Jefferson Lerma ha sido profeta en su tierra. Tras su participación mundialista, el granota fue recibido a lo grande. Én un recorrido por las calles de El Cerrito subido en un camión de bomberos, Lerma se dio un baño de multitudes en con sus paisanos. Los mismos que durante el Mundial siguieron al detalle sus partidos y tras su regreso de Rusia organizaron una caravana multicolor que salió de la casa del jugador del Levante.

Recibimiento a Lerma en El Cerrito

Recibimiento a Lerma en El Cerrito

Antes de esto toda la selección colombiana fue aclamada por decenas de miles de personas en Bogotá vestidas con la camiseta amarilla en un recorrido hacia el estadio El Campín, donde una multitud se amontonó para recibirla con una fiesta. En un ambiente de fiesta a pesar de ser día laboral, colombianos de todas las edades y de distintas regiones del país tiñeron de amarillo la avenida El Dorado, que conduce al aeropuerto, y con banderas y cornetas saludaron el paso del equipo dirigido por José Pekerman. En los puentes peatonales, la Alcaldía de Bogotá colgó pancartas como una que decía "50 millones de gracias" en referencia a la población del país que hoy vive un día de fiesta que continuará en el estadio El Campín, desde temprano lleno hasta la bandera.

El vuelo chárter que transportó al equipo aterrizó cerca del mediodía en el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) de la capital colombiana procedente de Kazán, cuartel del equipo cafetero en Rusia. El primero en bajar fue el capitán, Falcao García, seguido del centrocampista Juan Fernando Quintero y el resto de los jugadores, a excepción de James Rodríguez y Miguel Borja, quienes viajaron a España y Brasil, respectivamente.

Los operadores del aeropuerto y las autoridades que los esperaron en la pista se hicieron fotos con los jugadores mientras ellos caminaban hacia el autobús que los sacó de la terminal aérea para iniciar el recorrido hacia el estadio. El técnico Pekerman afirmó a periodistas que en Rusia su equipo fue "valiente" pese a que tuvo "muchos obstáculos" y lesiones, así como que en el último partido, el de octavos de final ante Inglaterra, Colombia resultó "muy perjudicado" por el arbitraje del estadounidense Mark Geiger.

"Estuvimos muy cerca, teníamos muchas ganas, muchas posibilidades", señaló el estratega argentino. También agradeció el recibimiento de la gente porque considera que recompensa "un poco" lo que siempre han querido hacer y que cree quedó evidenciado en el Mundial.

Por su parte, el artillero Carlos Bacca, que falló el último penalti de la serie definitiva con los ingleses, agradeció "el cariño" y "el apoyo" de los colombianos. "El equipo merecía más, queríamos más y habíamos trabajado para llegar lo más lejos posible. Lastimosamente así es el fútbol, aceptamos la voluntad de Dios, lo quiso así, nosotros nos vamos con la frente en alto porque en cada pelota y en cada minuto dimos lo mejor", manifestó el goleador del Villarreal.

Entre tanto, Falcao no pudo ocultar su desazón por la eliminación y dijo que tienen "la espina en el corazón" porque calificó de injusto lo que les sucedió en el último partido. "Quizá no perdimos por lo que habrá hecho o no el árbitro pero sí nos sentimos un poco tocados por la manera en que se nos trató (...) Fue una cadena de decisiones que de alguna manera hicieron inclinar todo sobre Inglaterra y que nos jugaron en contra a nosotros pero no es una excusa para decir que perdimos por esta razón", añadió Falcao.

Tras superar los trámites migratorios, que se prolongaron por cerca de una hora, el autobús de la Federación Colombiana empezó lentamente su recorrido triunfal escoltado por una marea de motociclistas de la Policía. La multitud apostada a lado y lado de la avenida hizo recordar por su tamaño a la que recibió en septiembre del año pasado al papa Francisco en su visita al país. El recorrido fue un anticipo de la fiesta que los esperaba en el estadio El Campín con un concierto del cantante Sebastián Yatra y otros artistas.