Luis Suárez es uno de esos delanteros que no tienen miedo a la hora de pelear balones o entrar duro a rivales, pero también es alguien a quien de vez en cuando se le cruza un cable y realiza acciones muy fuera del reglamento. La última polémica del uruguayo se produjo este mismo domingo en el Ciutat de Valencia cuando, tras controlar un balón, le clavó los tacos en la rodilla a Postigo. Rondaba la hora de partido y el marcador era un claro 0-3, pero sin duda una merecida roja hubiera podido cortar la sangría en el luminoso.

González González no vio la jugada, sus asistentes de campo tampoco y el siempre polémico VAR no quiso entrar a revisar la violenta jugada en la que el defensa granota quedó tendido sobre el césped y pocos minutos después tuvo que ser sustituido por Prcic.