La reforma del Ciutat de Valencia, completamente cubierto, se ha convertido en el plato fuerte de la Junta de accionistas, de la cual Quico Catalán sale reelegido oficialmente como presidente. Y es que los cambios en el estadio, junto al proyecto de la Ciudad Deportiva Nazaret, son uno de los pilares de su nuevo mandato. El Consejo, con todo el trabajo previo hecho, ha dado a conocer la flamante maqueta y el inicio de las obras del estadio.

En el club se han cuidando todos los detalles e incluso se ha puesto en marcha lo que será otra de las grandes novedades como es el traslado de la grada de animación desde su actual ubicación. En vez de como ahora en una esquina, el club va a trasladarla a detrás la portería del fondo Alboraya con el objetivo de generar una mejor atmósfera y sonoridad. De paso, el aforo que se destine también va a aumentar hasta un mínimo de 500 espectadores, debido a que el objetivo es que ese fondo siempre tenga buen aspecto.

Los trabajos previos se iniciarán con la temporada en marcha, pero no será hasta el 20 de mayo, con LaLiga terminada, cuando las máquinas entren al estadio para acometer una reforma integral con la que el Ciutat se transformará «en un estadio moderno y de referencia entre los de tamaño medio», según se recoge en la propia memoria del club.

La primera fase consistirá en la instalación de una cubierta con la que todo el aforo quedará cubierto con una inversión de alrededor de 10 millones de euros. La segunda, prevista para el verano de 2020 si el equipo permanece en LaLiga Santander, permitirá estrenar una fachada exterior con forma de mosaico -con la que se sustituirá las lonas microperforadas- y la redistribución de los espacios. En virtud de esta se construirán zonas comerciales y palcos VIP -que reportarían 5 millones de euros anuales de ingresos-, se creará el museo de historia granota y también se acondicionarán las oficinas, aunque parte de estas últimas se mudarán a Nazaret.

La reforma supondrá un desembolso total de 23 millones y correrá a cargo de Idom Arquitectura. Entre otros trabajos de esta empresa destacan la construcción del Nuevo San Mamés, la reforma de Pasarón o los proyectos presentados para Goodison Park y el Nuevo Nou Camp.

Por exigencias de LaLiga y tanto por temas de iluminación como de la producción televisiva, la cubierta del estadio llevará integrados focos con los que no serán necesarias torres de luz. En este sentido el remate será parecido al del Nuevo San Mamés, obra de la misma empresa de arquitectura, o del Wanda Metropolitano.

Todo el campo, y no sólo la tribuna, quedará techado, lo que dará al Ciutat tanto un aspecto nuevo como una mayor comodidad para los espectadores, a salvo de las inclemencias metereológicas y de acuerdo con la apuesta por un modelo de espectáculo deportivo en el que empieza a ser anacrónico pagar por una localidad a riesgo de lluvia. La sonoridad también mejorará y con la nueva infraestructura se instalará también el juego de música y luces que empieza a proliferar en los principales campos de Europa.

Tres meses de trabajos

Las obras se alargarán aproximadamente por espacio de tres meses y el club tiene previsto pedir que sus dos primeros partidos de la próxima temporada sean a domicilio con el objetivo de ganar tiempo y asegurarse del final de las obras antes de empezar a competir. Y es que hay que tener en cuenta, además, que tocará levantar otra vez el césped y que la reforma va a implicar también tanto mejoras a nivel interno como externo. Se colocará un nuevo y más moderno videomarcador, de 23,5x5 metros, además de la cámara aérea para las retransmisiones y mejoras en los accesos de la afición al campo.