—De vuelta a Vallecas, ¿qué significado tiene para Coke el Rayo?

—Me identifico mucho y me gusta sentirme del Rayo en Madrid. Es sentirte parte de algo especial.

—El barrio más conocido de España.

—Un barrio trabajador que sabe lo que cuesta la vida. El ambiente en su estadio es especial. Cada aficionado que va al campo sabe que tiene la misión de animar a su equipo.

—¿Y qué le dice la figura de Míchel?

—Para el aficionado de Vallecas es el máximo exponente. Como entrenador llegó en un momento difícil y lo terminó ascendiendo. Mejor las cosas no se pueden hacer. Era una delicia verlo jugar y somos amigos personales. Para mí es un orgullo.

—¿Han hablado mucho estos días o hace unos meses cuando estuvo interesado también en su fichaje?

—El típico mensajito. Sí que es verdad que siempre me decía que le gustaría ser mi entrenador. Pero llega un momento en el que tienes que decidir. Ellos no estaban entonces en el periodo de hacer el equipo con urgencia y no se dieron las circunstancias para hablar más en serio.

—Si el Rayo hubiese ascendido en abril, ¿podría haber cambiado todo?

—Tampoco lo sé, hay condicionantes contractuales y pesaban mucho mis seis meses anteriores aquí. Ellos ficharon a Advíncula y a lo mejor no habrían apostado tan fuerte como el Levante por mí.

—¿Cómo lleva el 3-5-2?

—En defensa te tienes que preocupar menos, pero en ataque aportamos más cosas al equipo.

—Por su perfil, ¿no le penaliza?

—Tal vez no subes con tanta sorpresa, pero hay situaciones en las que llegas solo y ningún rival te sigue. Es una posición a la que me adapto y decide el entrenador.

—La típica: Si marca, ¿lo celebra?

—Marqué un gol con el Sevilla y no lo celebré por respeto. Pero no pido perdón. Si marco es a propósito.

—¿Mantiene el discurso de la permanencia?

—En el Sevilla la obligación mínima era clasificarse para Europa. El Levante está creciendo y ese crecimiento sostenido a lo mejor no pasa por estar en Europa esta temporada. Si no le ganas al Rayo igual te pones el 12º o el 15º si tampoco al Girona y hay que recordar que equipos descolgados como Villarreal o Athletic lo normal es que ganen. Todo está muy apretado y no vamos a renunciar a nada, pero hay que ser coherentes con lo que somos.

—La cara es que las cosas funcionan y hay compañeros que generan interés en equipos importantes. La cruz, que pueden desmontarles el equipo.

—Estoy orgulloso de esos jugadores que salen a la palestra. Como compañero, lo hablamos de medio coña en el vestuario. Es bonito. Si hacemos una gran 'campaña' (risas)... Me ha salido así, pero es verdad, hay jugadores que llamarán la atención.

—¿Cómo lo ve a él, a Campaña?

—José marca diferencias. Lo he vivido con otros futbolistas que destacaban en el Sevilla, del que también se iban futbolistas cuando llegaban otros clubes, como pasó con Lerma aquí. Firmo que haya muchas ofertas el próximo verano.

—El día del sorteo de Copa, ¿se hizo daño con el puñetazo en la mesa?

—(Risas). Lo intentaremos. Los 35 primeros minutos del otro día son una buena muestra de cómo jugarle al Barça. Con uno menos y la diferencia en el marcador después sí es verdad que se sufrió en el campo.

—Después del Lugo presentó la candidatura granota a la Copa.

—Es un torneo bonito y no es tan difícil si evitas a Madrid, Atlético y Barça. Pero el azar también forma parte de la competición.

—¿Qué ha aprendido en estos meses en los que ha estado sin jugar?

—La otra lesión fue más larga y dura. Lo peor es salirte de la rutina del día a día, ir a deshora respecto al grupo. Y claro, no poder jugar.

—¿Firma el empate en Vallecas?

—No, con nadie. Quiero que hagamos un buen partido y que ganemos porque nos lo merezcamos, pero sabiendo que es un campo en el que sufre y que la afición levanta al equipo por mal que esté.

—¿Los defensas se plantean la posibilidad de no jugar tan arriba con este planteamiento tan ofensivo o, por el contrario, se motivan más?

—Al final el míster nos dice que se le da mucha importancia al sistema cuando lo que vale es lo que quiere el equipo. Puedes jugar con 25 delanteros pero no te sirven de nada si no aprietas arriba. Cambian matices, pero la premisa de este equipo es apretar cuanto más lejos del área, mejor. Los defensas sí nos sentimos cómodos, aunque estemos más expuestos. Se gana más que se pierde.

—Ganando seguirá a tiro un puntaje histórico en la primera vuelta, los 31.

—Nos quedarían unos cuantos. Recuerde el ejemplo del Eibar en su primer año, que en la segunda vuelta descendió deportivamente. Lo más bonito es que la gente se ilusione, pero la obligación es salvarnos.

—¿Qué es lo más bonito que ha vivido en Vallecas?

—El ascenso a Primera, aunque no he jugado nunca en ella con el Rayo. Deseas que suceda y van quedando menos años. Tomas decisiones y la conciencia la tengo tranquila.

—¿Dónde jugó antes que en el Rayo?

—En el Mirasierra, que los padres tenían muy buena relación allí y decidieron llevarnos a las pruebas para los alevines. Nos quedamos muchos. Un par llegaron al Rayo B y se ganan la vida con el fútbol.

—¿Se queda en Madrid después del partido para pasar las Navidades?

—Nos hemos cogido una casita en el Puerto de Santa María con la familia. Apetece un viajecito así.