En vísperas de hacerlo en el resto de casas, los Reyes se pasaron este viernes por la de un Levante que se portó lo suficientemente mal en defensa como para que le trajeran carbón pero al que al final, aunque en su carta sólo venía la victoria, le dejaron el regalo de un punto en inferioridad numérica. Puesto en la balanza, el gol de Coke fue el premio a los méritos de los granotas en ataque, amén del respaldo a la filosofía ofensiva de un Paco López al que, con su ADN en vena, no le quedó otra que conformarse con lo que había despreciado tras el empate. Un golazo, el de Morales, tras haber roto a jugar. Y marca de la casa. Recuperación de Postigo, toque de Toño y profundidad del Comandante para encarar a Ramalho y soltar un zapatazo seco al palo de Bono, el mejor del Girona.

Y es que, para lo bueno y lo malo, el Levante volvió a apostar por jugar sin red en busca de que le saliera cara. Síntoma evidente de que para Paco López, con las ideas bien claras, la identidad del equipo no se discute aun a riesgo de derrota. Fue, sin ir más lejos, lo que rozó de no ser por un afortunado remate sobre la bocina. Resultado a la postre que es un premio algo escaso para los méritos en juego y oportunidades pero que, por contra, deja un aceptable sabor de boca. Para lo bueno y lo malo, el actual Levante es así.

Si el Levante no le ganó al Girona fue porque pagó con goles sus errores. El Girona, como el Rayo Vallecano, se aprovechó tanto de la inopia de los granotas en fase defensiva como de la ausencia de un futbolista, ya sin Vukcevic, que lo sostuviera en el centro del campo. Jason, a la postre el inmediato sacrificado con el cambio de dibujo, se jugó un disparo con el equipo abierto que dio pie a una contra envenenada. Postigo, como un shahid dispuesto a sacrificar su vida, se immoló tumbando a Stuani cuando enfilaba a Oier. El central vio la roja y concedió una falta sobre la frontal que podría haber sido perfectamente penalti pero que aun así fue a la red.

Para entonces ya no estaba sobre el campo Vukcevic. Y es que, como quien no quiere la cosa, la semana de Iborra había desembocado en su titularidad por la sanción de Rochina. El montenegrino, que alterna la suplencia con la grada y apenas acumulaba cuatro partidos, se estrenó de inicio en casa después de haberlo hecho hasta ahora sólo a domicilio en Valladolid y Huesca. Que Paco López se decantara por él en el regreso al 3-5-2 y no por Prcic, pese a que el bosnio también va a golpes, fue una sorpresa a medias.

El fichaje más caro de la historia ni se ganó el sitio ni tampoco lo perdió durante la hora que tuvo de autonomía. Como otras veces, le costó pegar por detrás de Campaña y cogerle el aire al partido, especialmente durante una primera parte en la que tampoco fue ajeno al vodevil del primer gol del Girona. Roger no pidió distancia en una falta al borde del área y ni Cabaco, ni Postigo ni el propio Vukcevic se enteraron ya de la copla. Con todos a otra cosa, Oier remató la faena saliendo a destiempo y permitiendo que Portu marcara con un remate acrobático en el que su pie fue una pértiga. Un sopapo en toda la cara.

Hasta entonces, el guión había sido similar al de otros partidos en los que el Levante empezó potable para ir luego a trompicones. Bardhi, bien a los espacios, no pasó a balón parado de la barrera, mientras que las imprecisiones se fueron sucediendo, desde codazos a destiempo de Jason y Toño a un pase a la nada de Róber Pier bastante gráfico del atasco que llegó atenazar a los granotas con las dudas del 0-1. Sólo Morales fue capaz de encender la luz probando a Bono varias veces, la mejor de todas cuando nada más arrancar la segunda mitad entre él y Bardhi montaron una contra de manual que ya se mereció premio.

Precisamente esa oportunidad de Morales revitalizó al Levante ante un Girona a contrapie. La tuvo Jason, al que por un centímetro se le adelantó Juanpe cuando iba a embocar a puerta vacía. Y lo emuló Toño cambiando su papel de asistente en la anterior jugada a rematador en la siguiente con un mano a mano en el que Bono evitó por última vez lo que luego ya no podría, que el Levante abriera los regalos que se había pedido. Coke y Dwamena, dos de los cambios, fueron claves para lograrlo. El segundo forzando la falta que Campaña puso en los pies del primero.

Ficha Técnica

Ficha TécnicaLevante: Oier, Jason (Coke, m.70), Rober, Postigo, Cabaco, Toño (Dwamema, m.85), Bardhi, Campaña, Vukcevic (Boateng, m.63), Roger y Morales.

Girona: Bono; Pedro Porro, Jonás Ramalho (Alcalá, m.90), Bernardo Espinosa, Juanpe, Àlex Granell; Douglas Luiz, Aleix García (Valery, m.83), Borja García; Portu (Lozano, m.73) y Stuani.

Goles: 0-1, m.30: Portu. 1-1, m.58: Morales. 1-2, m.71; Aleix García. 2-2, m.86: Coke.

Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó por el Levante a Bardhi y Toño, y por el Girona a Stuani. Expulso al local Postigo, por doble amonestación, en el m.68.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 de LaLiga disputado en el estadio 'Ciutat de València' ante 19.415 espectadores.