Pese a haberse colado inesperadamente el de Iborra, el nombre de Campaña sigue siendo el principal en la agenda deportiva del Levante. Por encima de cualquier otro asunto, y eso que hay varios y no poco importantes sobre la mesa, la renovación del andaluz es de carácter urgente.

A un año y medio vista de que acabe contrato, y con 15 millones que se han quedado cortos como cláusula, en la negociación hay buena voluntad y predisposición por ambas partes. Sin embargo, después de varias semanas la fumata blanca no llega y es al club, sin duda, al que le corre prisa.

En pleno tira y afloja, la presencia de su agente el palco se ha convertido en habitual. Y es que Enrique Rosado se despidió de 2018 viendo a su representado en el palco de Vallecas y tampoco faltó este pasado viernes en el del Ciutat, si bien su visita no obedeció a ninguna reunión programada sino que simplemente vino a ver el partido.

Rosado tiene la orden del jugador de dar prioridad al Levante, el equipo en el que ha explotado en la élite y al que tiene informado de sus movimientos. «A todos los clubes que me han llamado preguntando por Campaña los he remitido directamente al Levante. En la vida hay que ser agradecido y hay que escuchar primero al Levante, hasta dónde puede llegar», señaló recientemente en declaraciones a ABC Sevilla.

Detrás de ese "hasta dónde puede llegar" está el listón de convertirse en el mejor pagado de la plantilla, sobre los dos millones anuales, por encima del capitán Morales y el bosnio Prcic. Un contrato nuevo que se alargaría como mínimo hasta 2023 y cuya cláusula no estaría por debajo de los 40 kilos. La primera propuesta, de sondeo, fue rechazada. Sobre la mesa está ya la segunda después de la visita que Rosado hizo no ya al palco sino a las oficinas el pasado 21 de diciembre, dos días antes de reencontrarse amistosamente con Quico, Tito y Helguera en Vallecas.

Al calor de sus actuaciones en Orriols, donde ha sido titular en todos los partidos menos ante el Huesca por sanción, clubes en LaLiga y la Serie A tienen a Campaña en agenda. Roma, Atlético, Milan o Lazio son algunos de ellos. Sin embargo, el que al Levante le preocupa es el Sevilla. Si Banega, que también está sin renovar, pone rumbo al Arsenal de nuevo a las órdenes de Emery, la primera alternativa de Caparrós sería repatriar al excanterano de Nervión, cuyo debut en el primer equipo fue tempranero, allá por 2011, pese a haber ido dando tumbos hasta encontrar su sitio en el Ciutat y hasta hacerse un sitio en los planes a futuro de la selección.

El Levante no deja de mirar de reojo ese riesgo de que Campaña vuele en este este mercado de enero, una hipótesis que lo dejaría en una situación peliaguda y que le obliga a no estar de brazos cruzados. Sin embargo, también es cierto que lo más factible en este momento es que la renovación llegue a buen puerto. Otra cosa será lo que pase el próximo verano, en el que si todo sigue así tendrá números para convertirse en el nuevo Lerma, protagonista de una renoventa que generó el traspaso más caro de la historia.