Si por algo se recordará el fichaje más heterodoxo de la historia del club (al menos, reciente) es por eso. Por aquel repetitivo cuestionamiento/reclamación por la falta de minutos de sus compatriotas, no siempre en forma y manera correctas, convertido incluso en jocoso cántico dentro del vestuario: «Where is Fahad?'», le despedían sus compañeros, servilletas al aire, en la comida del final de la temporada 17/18. Después de cuatro meses, el catalogado como 'Messi saudí' volvía a su realidad previa con muchas experiencias que contar y convertido en el primer futbolista saudí en debutar en LaLiga.

Estuvo en Orriols cedido por el Al Ittihad, y allí que se ha reincorporado esta temporada para ejercer de nuevo como principal referente. Aunque lleva siete tantos marcados en los 11 partidos que ha disputado, a nivel colectivo no le están saliendo las cosas. Su equipo perdió la Supercopa y ocupa la decimoquinta (y penúltima) posición de su liga.

Su aportación al Levante

A nivel deportivo, poco o nada ofreció Fahad al Levante. Jugó media parte de un amistoso a finales de febrero ante el UFA ruso, en Buñol, y dos ratos prácticamente por compromiso al final del campeonato. Con la salvación ya amarrada. Los tres millones ingresados indirectamente por el patrocinio de Jawwy (en virtud del acuerdo comercial del gobierno saudí con LaLiga) y el vertiginoso crecimiento en seguidores e interaciones experimentado por los granotas en redes sociales, fueron realmente su legado. El extremo dejaría además un pellizco por su posterior condición de mundialista.

A las órdenes de Pizzi, participó en los tres duelos de Rusia '18 a los que se resumió la paupérrima participación de Arabia Saudí. En dos ellos fue titular. Igual que en los cuatro de la Copa de Asia que se están disputando este mismo mes, en la que ha caído eliminado con su selección en octavos pese a sus goles a Corea del Norte y el Líbano.

Anécdotas varias

El anuncio de su incorporación, como el miembro más destacado del pack negociado por LaLiga, pilló a contrapié al levantinismo y al fútbol español al completo. Quien más y quien menos tuvo que informarse de quién era, cómo jugaba y de dónde venía ese tal Fahad. En carne y hueso, el saudí también se convirtieron objeto de comentario desde el primer momento: se presentó en la estación del Norte con una peculiar chaqueta de borrego. Los cinco días que se ausentaría de los entrenos en abril, sin dar inicialmente señales de vida, también engordan ya el anecdotario granota. Oficialmente había asistido en su país al funeral de un familiar.