No hay nada que justifique ya el ejercicio de funambulismo en el que se ha convertido la relación del Levante con su director deportivo. Por si el cierre del mercado invernal no era suficiente motivo, el golpe de realidad que supuso que este martes trascendiera el acuerdo a futuro de Jason Remeseiro con el Valencia obliga a adoptar una decisión sobre Vicente Blanco 'Tito' cuanto antes. Mejor hoy que mañana.Ya sea para apostar por su relevo, a cinco meses de acabar su contrato; o por su ratificación y refuerzo público con vistas a su continuidad más allá del 30 de junio.

Urge definir la línea a seguir para planificar en condiciones la próxima temporada y la posible renovación de Paco López. La incertidumbre actual solo alimenta la transitoriedad y el doble discurso exhibido por Quico Catalán y el de Benidorm en la explicación sobre el cambio de acera del gallego. «Yo lo tengo claro hace muchos meses; aunque me gustara mucho Jason, él había optado por otro camino», defendió Quico, a diferencia de lo que justo después afirmaría Tito: «Ha habido reuniones, propuestas y con el propio Jason hemos hablado. No me creo que el acuerdo esté cerrado, porque creo en la honestidad del jugador. Si estuviera cerrado, me hubiera llamado. Hubo una propuesta y no ha habido una contrapropuesta; no me lo acabo de creer».

Minutos más tarde, el de Benidorm se desdecía y era más tajante: «Estamos seguros de que no va a continuar», aseguraba entonces Tito, quien decía haberse enterado de todo «por la mañana» y trasladaba su «deseo de que esto no se vuelva en contra del trabajo del mister».

Tito, sobre Helguera

Presidente y director deportivo tuvieron que valorar el 'caso Jason' precisamente horas después de que el Consejo se hubiera reunido y no hubiera adoptado una postura formal sobre el futuro de Tito, que también afecta en uno u otro sentido al secretario técnico, Luis Helguera. Sobre este, por cierto, el de Benidorm aseguraba en Deportes Cope Valencia que «no entendería que continuara en el club si no lo hago yo». En cualquier caso se mostraba decidido a «trabajar como hasta ahora por el club que me dio la oportunidad hasta el último día».

«Como ya dije después de la Junta, entre el mes de enero y febrero tenemos previsto tomar una decisión y así va a ser. Se tomarán decisiones importantes, no solo en la parcela deportiva», aseveró el presidente, quien aludió a que «no es momento ni lugar para hacer una valoración pública si antes no la he hecho en el Consejo». «Vamos a esperar unos días, unas semanas, a ver cómo evoluciona todo. Sí que es verdad que llevamos dos temporadas y media trabajando juntos, y hasta la fecha vamos cumpliendo los objetivos globales; eso está ahí», zanjó Quico Catalán.

Una negociación que ha salido rana

La ampliación de contrato del '23', que se presumía como un reto y una posible baza, se ha acabado volviendo en contra de Tito. «No tengo amigos futbolistas. Solo hay más o menos comunicación, como con los agentes. Hace muchos meses que no hablo con los de Jason pero el Levante sí que lo ha hecho. Así lo decidí en beneficio del club, pues siempre he querido que prevaleciera el interés profesional sobre el personal», explicó el presidente, «con la conciencia tranquila». A ese respecto, el director deportivo apuntaba que "es el presidnete quien pone el límite económico a las negociaciones.