No hay rueda de prensa en la que a Paco López no le caiga la pregunta de rigor por Jason. Y no hay respuesta tampoco en la que no dé la cara por el gallego. Esta vez en la previa del partido contra el Villarreal: "Con la emoción en la mano entiendo al aficionado que se pueda sentir molesto. De hecho yo estaría al lado de esos aficionados. Pero como entrenador tengo que tomar decisiones desde la razón, no desde la emoción. Y desde la razón de hacer lo mejor para mi equipo incluso dañándome yo la imagen".

Más claro, agua. El técnico sigue cargando a sus espaldas con el desgaste de convocarlo y alinearlo pese a la corriente de opinión que aboga porque no vuelva a ponerse el escudo: "Lo dije desde le primer día. Es un recurso que tenemos en el club y al que se le paga hasta junio. Sigue demostrando en cada entrenamiento implicación y compromiso, es un jugador más. Desde la emoción lo entiendo perfectamente y si yo fuese aficionado pensaría lo mismo".

El técnico, ahondando en su explicación, zanjó así el tema: "Volver a insistir en este tema de aquí al final... Podemos tirarnos piedras contra nuestro tejado y al final será peor para nosotros, los levantinistas, los que sentimos este club de verdad, no sólo los que se sientan dañados por lo que ha pasado. Esto aquí es de todos".