A fuerza de repetirlo, el mensaje de que hay que certificar cuanto antes la permanencia suele ir perdiendo valor con el paso de las jornadas. Sin embargo, en el caso del Levante UD esta temporada ocurre justo lo contrario. Son tantos los obstáculos que está teniendo que sortear, encima a cada cual más extraño, que el objetivo de salvarse va a acabar teniendo hasta su punto de heroicidad. Y eso que lo suyo habría sido aprovechar la inercia del final del pasado curso y el arranque de este para haber peleado por Europa. Que LaLiga está rara lo sabe bien el Levante, que al margen de capear temporales navega entre las aguas del peligro y las de la tranquilidad según encadena un par de malos o buenos resultados. Pero que el riesgo es máximo lo sabe aún mejor el Villarreal, que no es lo que haya visto las orejas al lobo sino que está en su madriguera. En clave de permanencia, el partido de hoy va a serlo en la cumbre. Si gana el Levante hunde al Villarreal. Si gana el Villarreal, mete abajo al Levante. Y si empatan, los dos dentro del lío a falta de 10 jornadas.

Con el interregno de Luis García por el medio, el Villarreal CF continúa donde en la primera vuelta, otra vez con Calleja. No así el Levante, más baqueteado ahora pero con cuatro victorias seguidas entonces que habrían sido cinco si Pedraza no marca en el '93. Un gol que, aunque para los propios equipos pasó desapercibido, estuvo a punto de anularse. Con González González al frente de la sala, el VAR revisó si en esa acción Ekambi El balón venía de un salto en el centro del campo donde, en lugar de recular, Jason fue arriba y midió mal. Pese a la línea de tres centrales, a la espalda del gallego se abrió una autopista por la que Pedraza entró como un bólido. Ekambi, al borde de la posición ilegal, esperaba el centro cuando la jugada acabó con un trallazo del carrilero amarillo a la escuadra. Tiempo después, de casualidad tras coincidir en un aeropuerto, el árbitro de campo, Del Cerro Grande, le reconoció a Quico Catalán que por los pelos no lo anularon. Al milímetro, pero la posición del delantero togolés era legal.

Con la excepción del día del Valladolid en el Ciutat, desde entonces los árbitros y el VAR han masacrado a los granotas con injusticias del calibre del penalti de Doukouré por una patada al aire o el gol anulado a Coke en Butarque por una inexistente falta previa de Mayoral, al que Cuéllar hizo penalti atropellándolo. Decisiones injustas y perjudiciales para un equipo que ha tenido que lidiar, para más inri, con el caso Jason, el encarcelamiento de Toño y los agujeros negros de la medular.

Con la única ausencia del recién operado Doukouré, Paco López recupera a Rochina una vez cumplida su sanción para triangular el centro del campo. Después de probar a Jason en su sitio, el de Sagunt repetirá con Campaña y Bardhi. En la lista están todos los disponibles, Postigo inclusive, y solamente falta Toño, al que de momento no se espera ni van tampoco a meter prisa para que vuelva mientras se pone en forma.

Atrás están todos los centrales, por lo que habrá descartes aunque donde está el morbo del once es por un lado en el carril diestro y por el otro en la delantera. Moses o Coke y Mayoral parten con ventaja sobre el discutido Jason y el goleador Roger. Aunque el gran protagonista no va a vestir de azulgrana sino de amarillo.Roger Iborra, tras el revuelo de su repatriación, vuelve hoy al Ciutat.

El de Moncada viene de marcar en la Europa League, donde el Villarreal hizo el partido que necesita para dar un golpe y reflotar en LaLiga. Tras las rotaciones en San Petersburgo, Calleja está obligado a improvisar en la defensa de tres. Si Mario juega de central, el lateral será para Miguelón, quien junto a Samu curiosamente se estrenó de titular en la primera vuelta con el Levante.