El filial dirigido por Luis García Tevenet venció de manera contundente en un partido donde la pizarra del técnico sevillano arroyó a un Alcoyano sin apenas presencia en el terreno de juego y que se complica su existencia en la categoría de bronce del fútbol español.

El encuentro empezó a pedir de boca y de manera magistral, con un golazo de falta directa de Pepelu que puso en pie a los que acudieron a la Ciudad Deportiva de Buñol. Desde ese momento, el conjunto deportivista mostró síntomas de vulnerabilidad, y los locales se aprovecharon potenciando la subida de sus hombres de banda y tirando de una estrategia que hizo daño a los visitantes.

Solo un disparo de Navarro en el ecuador de los primeros 45 minutos inquietó la meta de un Cárdenas que, con una reseñable estirada, evitó uno de los dos tiros a puerta de los visitantes. La segunda mitad fue un calco de la primera, donde Arturo Molina avisó de las intenciones de los suyos con un punterazo desde media distancia parado por Miguel Bañuz con dificultades.

Cuando más lo merecían los granotas, obtuvieron su premio gracias a un derribo al propio futbolista madrileño que supuso una pena máxima desde los once metros. De nuevo Pepelu, engañando al arquero, puso el esférico en el fondo de las mallas para sellar la sentencia en el marcador.

El conjunto de Mario Fuentes se vio hundido y sin la sangre suficiente como para plantarle cara a su contrincante, donde Eldin tuvo la última para los suyos con un derechazo a la escuadra que paró nuevamente Cárdenas a mano cambiada.

Con el aplauso de los desplazados al término del choque, el Alcoyano sigue sin reaccionar y jugándose la vida cada fin de semana, mientras el Levante da un paso considerable para salvarse, pues se alejan a cuatro puntos de un descenso que está que arde.