Tito ha explicado personalmente este jueves su proyecto de dirección deportiva para las próximas temporadas ante los miembros del Consejo de administración del Levante UD. Sin embargo, como estaba previsto, la reunión ha terminado sin una decisión sobre su continuidad, por lo que el club sigue ganando tiempo. No hay una negociación en marcha y ni siquiera está decidido si habrá oferta de renovación.

La versión oficial es que en el plan de Tito hay cosas que han gustado y otras que no. En líneas generales el proyecto es del agrado de los consejeros, pero aun así se ha delegado nuevamente en la figura de Quico Catalán, como hace tres semanas, para que profundizce junto al director deportivo en los matices de determinadas líneas del proyecto. La próxima reunión, en un plazo de dos a tres semanas y posiblemente a la espera de certificar el objetivo de la permanencia, tendría que ser la definitiva.

Quico y los consejeros, con la salvedad de Luis Calero, el primero en abandonar la reunión, estuvieron hasta las 20:20 en la que ha sido la segunda cita de la directiva en menos de un mes para escrutar el futuro de la parcela técnica.

En la primera, después de cuatro horas, el club se limitó a informar de que se le había pedido a Tito un plan para las próximas temporadas y la composición del nuevo organigrama a su mando. En esta segunda se han estudiado las conclusiones después de que el propio Tito desgranase las ideas principales.

La situación es similar, en cuanto a plazos, a la del último relevo en la dirección deportiva, cuando la decisión de que no habría oferta de renovación a Manolo Salvador se tomó a finales de abril. El 2 de mayo de 2016 se consumó el descenso en Málaga, mientras que la presentación oficial de Tito y Carmelo del Pozo se demoró hasta 18 días después.

Tito ha sido este jueves el último miembro de la parcela deportiva en abandonar el estadio, casi a la par que el presidente. Antes lo habían hecho Helguera, Herni, Mora y Sancho. Ninguno de los cuatro tiene un puesto asegurado en los planes del de Benidorm, que apuesta por personas de su círculo de confianza. Entre ellas dos de sus allegados, Moreiras y Carpintero. A día de hoy, la convivencia entre Tito y Helguera se antoja imposible, por lo que será uno o ninguno de los dos.