Jason no ha vuelto a jugar con el Levante en el Ciutat desde que trascendió su fichaje por el Valencia CF y el consiguiente portazo a la negociación abierta por Tito. La vez que más cerca ha estado de hacerlo fue ante el Villarreal, pero los pitos desde la grada cuando saltó a calentar lo devolvieron al banquillo.

Con el objetivo de no perderlo psicológicamente, Paco López lo ha mantenido en convocatoria desde entonces, pero su protagonismo ha ido a menos también a domicilio. Tras su mal partido en Vitoria la semana de autos, el gallego fue suplente en Balaídos y sólo volvió al once en Leganés como recambio de urgencia a la baja de Rochina en la medular.

El margen perdido sobre el descenso, a cuatro puntos más el golaveraje con el Celta, y las nueve jornadas que quedan para el final de LaLiga invitan más que nunca a no perder efectivos para la causa y Jason no es el único pero sí uno de los nombres subrayados. En todas sus manifestaciones públicas desde entonces, Paco López se ha mantenido firme en su sentido de club al asegurar que haría en cada momento lo mejor para el equipo. Y, para ser justos, todo apunta a nivel interno que lo mejor para el equipo en su pelea por la permanencia es devolverle parte del protagonismo perdido en los últimos meses.

Entre el coste popular y la necesidad de salvarse no hay color y si Jason continúa entrenándose al mismo nivel que en los últimos días mañana será titular en San Mamés y en función de su rendimiento sobre el campo tendrá opciones de repetir el domingo en casa contra el Huesca. Las primeras semanas después del terremoto le pasaron factura, pero en el cuerpo técnico lo ven ahora física y mentalmente pidiendo pista.

Y es que lo ocurrido contra el Eibar ha puesto negro sobre blanco la necesidad de ampliar un fondo de armario que de por sí está muy tocado con la lesión de Doukouré, la cesión de Prcic sin recambio, el traspaso de Boateng, los problemas de Toño y la inadaptación de Vukcevic. A eso se suma que como carrileros ni Coke ni Moses Simon acaban de coger vuelo por la derecha. Al vallecano se le hace larga la banda, mientras que el nigeriano defensivamente no da el perfil más allá de que de los que jugó el domingo fue el último de los internacionales en volver.