Del Maracanazo al Centenariazo, la historia está llena de grandes fiascos y en Barcelona, con la Copa preparada por primera vez para el mismo día, llevan días comprando números para que les toque el próximo. Lo sabe bien el Levante, que aunque habría preferido un Barça campeón desde el Barçamiércoles con un triunfo del Valencia en el Metropolitano, se presenta en la ciudad condal dispuesto a aguarle la fiesta. Salvando las distancias, el triunfo en el Bernabéu de esta temporada llegó con el Real Madrid tildándolos de rival asequible antes del Clásico. Y esta vez, para más inri, no sólo se la juega el Barcelona, que virtualmente ya lo tiene hecho. Los granotas pelean también por su Liga, la de la permanencia, y para esa batalla Paco López ya dejó claro ayer que no va a desperdiciar ninguna de las «cuatro balas» que le quedan.

Fuesen o no palabras para la galería, la realidad es que pese al subidón de la goleada contra el Betis, la salvación aún hay que ganársela. Está más cerca y hablando de balas, ante los próximos rivales, primero el Rayo y después el Girona, podrán matarse dos pájaros del mismo tiro certificando por un lado el objetivo propio y condenando a los rivales, al menos si a los de Vallecas les queda algún hilo de vida para Orriols.

Físicamente el once granota es el más castigado con futbolistas como Campaña y Morales para los que no ha habido descanso y que acumulan más de 3.000 minutos, por lo que el técnico ha decidido dar descanso de inicio al atacante. En la vuelta de la Copa del Rey, pese al marcador a favor de ida y el telón de fondo del caso Chumi, el Comandante ya se quedó en el banquillo y no salió de ahí.

En la convocatoria vuelven a estar todos a excepción del lesionado Doukouré y con el refuerzo del canterano Manzanara, una presencia al menos sintomática de lo que pueda estar pasando por la cabeza del técnico para el centro del campo. Con la idea de adaptar el dibujo al rival, el 4-3-3 ante el Betis y Vukcevic como ancla fue dar con la tecla. Pero pese a que el Barça también es un rival con altas dosis de posesión, está en el aire si la disposición será la misma o por contra se metamorfosea.Todos en la convocatoria

El favoritismo de un Barça matemáticamente campeón ante su público en caso de victoria e incluso de empate si el Atlético se queda a medias con el Valladolid está fuera de discusión. El objetivo de los de Valverde es cantar el alirón hoy mismo, algo que incluso podría pasar sin necesidad de jugar si los de Simeone no suman. Pese a la proximidad de las semifinales ante el Liverpool en la Champions, el técnico dejó entrever que no hará locuras en el once pese a qye en las últimas jornadas ya ha ido dosificando esfuerzos, sin ir más lejos en Vitoria con Messi, Arthur y Alba. Tampoco se descarta que Luis Suárez y Piqué, que encadenan tres partidos (Manchester United, Real Sociedad y Alavés) jugando los 90 minutos, puedan quedarse de inicio en el banquillo. Como los del Levante, aunque en este caso por otros motivos, todos los jugadores están citados.