La elección de un nuevo director deportivo es solamente la punta del iceberg de lo que al Levante UD se le viene encima estos próximos días. Y es que, después de que el Consejo decidiese por unanimidad no presentarle una oferta de renovación a Tito, el trabajo se acumula, especialmente sobre la mesa del presidente, que por si no tuviera poco este jueves ha estado reunido con el agente de Campaña y Luna.

El encuentro con Enrique Rosado ha servido para rematar el contrato del blindaje o renoventa del mediocentro, ponerse al día de las posibilidades de que este verano se desencadene un traspaso al estilo Lerma y analizar la situación de otro de sus representados, Luna, quien podría abandonar la disciplina granota tras verse taponado con la ampliación de contrato de Toño y el fichaje del hasta ahora rojillo Clerc.

De todos modos, más allá de lo que ocurra con Campaña, la principal responsabilidad que recae en estos momentos en Quico Catalán es no sólo la reformulación del área deportiva y el nombramiento de un nuevo responsable que trabaje codo con codo junto a Paco López y a él mismo en la planificación de la próxima temporada, sino también que reorganice el resto de categorías de base. En este sentido, la reestructuración es un hecho.