Aunque podría remediarlo en las próximas horas, el Levante cumplirá mañana tres semanas sin un director deportivo al frente. La continuidad en el Valladolid de Miguel Ángel Gómez ha reactivado el casting de Quico Catalán, que sigue trabajando en solitario en el fichaje de un sustituto para Tito. No es lo habitual estar buscando a uno en la segunda semana de junio, pero lo cierto es que, con el presidente a la cabeza, en el club relativizan que haya un problema grave con los plazos.

Al margen del evidente problema estético de tener el puesto vacante, Quico se ha autoimpuesto acertar con la elección antes que precipitarse y en ese sentido con el dilema sobre la renovación o no de Tito ya demostró que los nervios los tiene templados. Más allá de los tres fichajes cerrados, el Levante tiene en estos momentos mucho adelantado con un entrenador que repite y una columna vertebral hecha. Eso le quita urgencia a la elección aunque a nivel interno hay cierto desasosiego no tanto por la pretemporada como por el overbooking de jugadores que puede haber de salida.

Tras reabrir el casting, Quico sigue deshojando la margarita y calibrando las alternativas que le ofrece el mercado. El presidente busca el retrato robot de candidatos con curriculum, conocimiento del mercado y experimentados en el desarrollo de herramientas para el scouting y análisis del rendimiento, un perfil con el que cumplía Gómez.

Pese a que en teoría debería haber sido la semana pasada, la atención está ahora puesta en el principio de la actual para llenar un vacío que por el momento ocupan el presidente y Paco López. El míster aún no se ha ido de vacaciones pero parece cada vez más complicado que vaya a cogérselas como a él le habría gustado, con todo el trabajo en marcha. Entre que aterriza y se asienta en el cargo todavía pasarán días desde que firme.

Pese a relativizar el problema de plazos, lo cierto es que parte de los candidatos son viejos conocidos que no necesitarían fase de acoplamiento. Como demostró con Gómez, cuyo fichaje tanteó pero al que según aseguran en Orriols no le pasó una oferta, para Quico no es una condición indispensable. Pero en su cabeza hay nombres sobre los que no necesita referencias porque los conoce de primera mano.

Es el caso del que fue su primer director deportivo, Manolo Salvador, o el del actual responsable del Deportivo, Carmelo del Pozo, que un año después de su marcha es un tapado en las quinielas. También el de David Navarro, cuya primera experiencia como secretario técnico, en el Alcorcón, ha sido bastante positiva. En esas coordenadas habría encajado también Luis Helguera, aunque la posibilidad de su regreso ha ido perdiendo fuerza con el paso de los días. El técnico cántabro, autor de los primeros fichajes de la próxima temporada, se marchó sin hacer ruido por si las moscas y sin cerrarse ninguna puerta a un regreso.

Pese a especularse con la posibilidad de cambiar de modelo y que fuesen Quico y Paco quienes lideraran la estructura, el club trabaja en el fichaje de un director deportivo y en principio también de un secretario técnico que lo acompañe. El volumen de trabajo, sobre todo en las salidas, es tan grande que entrenador y presidente no pueden echárselo a las espaldas a pesar de sus reuniones prácticamente diarias de estas semanas, la última de ellas este pasado viernes. En el Consejo están a la espera de la convocatoria de la reunión para conocer el desenlace.