Después de unos días de desconexión, Paco López se ha encontrado a su vuelta con el mismo atasco en la operación salida que cuando se marchó, aunque con trabajo adelantado gracias a las reuniones que Manolo Salvador y David Navarro han mantenido en lo que va de semana con los representantes de varios descartes. Es el caso de Chema, de quien este miércoles se habló con su agente, si bien el verdadero telón de fondo de este encuentro no fue tanto la situación del central como la de los dos primeros porteros de la plantilla, Aitor Fernández y Oier Olazabal.

Tras ganarse la titularidad en la eliminatoria de Copa contra el Barça y mantenerla en LaLiga a partir de la goleada en el Sánchez Pizjuán, el Levante UD va a blindar el contrato de Aitor. La nueva área deportiva está al día de la cláusula de escape por 1,5 millones que hay en su contrato, muy por debajo de los 20 de la de rescisión, lo que obliga al club a mejorarle la ficha para no correr riesgos. Sin haber debutado en Primera División, Aitor se protegió con esta válvula, común a otros futbolistas en las últimas temporadas, a cambio también de que su nómina fuese de las más bajas. El que ha acabado siendo primer guardameta de Paco entra lógicamente en los planes de futuro y de hecho con independencia de esta subida tiene firmados tres años de contrato más un cuarto en función de objetivos.

El Levante le pagó al Numancia un millón por su traspaso más un extra de 200.000 euros con la salvación. Su cláusula entonces era también de 1,5 aunque existía un pacto de caballeros para facilitar su salida. La opinión del entrenador, que lo había tenido en la cantera del Villarreal, fue clave en el fichaje, aunque ese apadrinamiento no se tradujo en una titularidad inmediata, sino que Aitor tuvo que esperar a que llegara su momento para dar el salto.

Oier, en el segundo escalón

La cara B de la portería granota es Oier, que ha pasado de la prelista de Luis Enrique al banquillo y que no quiere verse otra temporada en la misma tesitura en la que estuvo en sus primeros meses en el Ciutat, de suplente tras llegar en enero procedente del Granada. Precisamente acaba de cumplirse un año de su renovación hasta 2021 también con una temporada más opcional y una cláusula de 30 millones de euros. En aquel momento fue él quien terminó el curso de titular tras imponerse a Raúl Fernández y Langerak y ser clave con sus paradas en la permanencia. A cambio se colocó en el segundo escalón salarial de la plantilla, por debajo del millón de euros.

Su ficha y el deseo del club por hacer caja con los jugadores que se marchen este verano, ya sea por su condición de descartes o como en este caso de motu proprio, se perfilan como los grandes inconvenientes para Oier en el caso de que solicite abiertamente cambiar de aires. Sobre el papel, para el área deportiva la portería no es una demarcación prioritaria más allá de blindar a Aitor, pero en el caso de estudiar el adiós de Oier existiría la obligación de reforzarla y en ese sentido en el mercado hay varios perfiles sobre los que se ha recabado información.

Tanto en lo que respecta a la mejora y blindaje para Aitor como a la posible salida de Oier, está previsto que en los próximos días se produzcan nuevas tomas de contacto entre el club y su representante para llegar a sendos acuerdos.