Nemanja Radoja está cerca de convertirse en nuevo jugador del Levante UD. Pese a llevar varias semanas en la mesa ha sido en los últimos días cuando el club ha movido ficha y acercado posturas con el jugador y sus agentes. El acuerdo todavía no es definitivo, pero las diferencias económicas iniciales están salvadas.

Radoja llegaría con la carta de libertad, sin el peaje de la prima de fichaje que torcía las negociaciones, y con un contrato progresivo en función de objetivos por hasta tres temporadas. El ex del Celta, que ha purgado en la grada su negativa a renovar, tiene ahora la última palabra, ya que la granota no es su única opción pero sí la prioritaria. Entre los aspirantes que más fuerza están haciendo por él se encuentra Osasuna.

Hasta llegar a Radoja el Levante ha peinado en profundidad el mercado de mediocentros, tanto el mercado nacional como el extranjero. Sin embargo, ninguno de los perfiles ha llegado a cuadrar ya sea por motivos económicos o deportivos. Además de la necesidad de vaciar fichas, el club se ha visto en la tesitura de cuadrar el fair-play y, a diferencia de otras temporadas, no hacer caja con un traspaso fuerte tras declinar los 20 millones de euros en los que el Sevilla se quedó por Campaña.

Sobre la mesa ha estado también la posibilidad de que el Villarreal cediese a Cáseres, un futbolista que no desagradaba a los técnicos aunque sin el suficiente vuelo de partidos en LaLiga como para reforzar un puesto tan estratégico como es este en el Levante. El argentino no entra en los planes de Calleja y en La Cerámica les habría venido como anillo al dedo tenerlo controlado en el Ciutat.

Róber Pier y Bono

Con el fichaje de Radoja, la primera plantilla podría quedar prácticamente cerrada a expensas de Róber Pier, por quien ya hay un principio de acuerdo con el Deportivo. Róber llegará libre después de tres cesiones consecutivas, aunque los gallegos se reservarán un porcentaje sobre un futuro traspaso. En función del resto de salidas y el margen del fair-play se retocará la plantilla con un extremo, posibilidad que en este momento es negociable, o incluso la defensa y la portería si finalmente a Oier se le abre la puerta de salida con dirección al Girona. El intercambio con Bono sigue siendo una opción complicada pero real.