Su destino parecía encaminado a vestir de amarillo, pero finalmente lo hará de azulgrana. Melero, el hombre que hace dos años se convirtió en referente del histórico ascenso del Huesca, llega al Levante para seguir creciendo de la mano de la entidad granota como lo hizo en el El Alcoraz, pese a su última temporada saldada con un doloroso descenso y a su controvertida salida. Ha demostrado que puede hacer goles y también que tiene talento.

Sin lugar a dudas, es ilusionante que el Levante mantenga su sueño de estar en Primera...

—Es un crecimiento a nivel personal. Creo que he dado un paso hacia adelante en mi carrera. He llegado un club en el que, desde el primer momento, he percibido que hacen las cosas muy bien, que están en el mejor momento de su trayectoria y estoy encantado de formar parte del club, de ayudar futbolísticamente en todo lo posible y sobre todo, de que las cosas me salgan bien individualmente pero que colectivamente estén al mismo nivel.

En cambio, su camino hasta aquí no ha sido fácil. Con 22 años sufrió un descenso a Segunda B con la Ponferradina. ¿Fue duro?

—La verdad es que en el año y medio que estuve allí hubo un poco de todo. Momentos buenos, más complicados y ese descenso que dolió mucho por la manera en la que se produjo. En la primera parte de la temporada estabamos bien situados, pero un cúmulo de circunstancias no supimos resolverlas y fue un palo duro. Este año han vuelto a ascender y he sido el primero que lo ha celebrado. Hay que aprender de los momentos malos porque tienes que intentar que todas esas situaciones que te da la vida te sirvan para aprender y para mejorar.

Cuando salió, su cambio de aires fue beneficioso. ¿Qué balance hace de su estancia en Huesca?

—Los tres años que viví en Huesca fueron, de momento, los mejores de mi vida. Pasar por allí me ha cambiado la vida y les debo todo. A la gente que apostó por mí, a mis compañeros, a los cuerpos técnicos... Han sido tres años muy bonitos, que los voy a recordar siempre, pero he llegado aquí con las ganas de tener una etapa que sea por el estilo. De crecer indiviualmente, crecer en el mundo del fútbol y que las cosas salgan bien.

Allí experimentó su mejor nivel e, incluso, hizo un gran número de goles gracias a su química con el Cucho. ¿Ya hace migas con alguien de la plantilla para tener ese registro?

—Esa temporada (2017 - 2018) me destapé como goleador. Normalmente no lo soy tanto. El año del ascenso marqué 17 goles y fue algo inusual. Pero siempre me gusta llegar a posiciones de ataque e intervenir en las dos áreas, tanto en defensa como en ataque. Está claro que el gol es lo más bonito de esto y todo lo que pueda ayudar con goles bienvenido será. Aunque no es una de mis prioridades. Mi prioridad es estar a buen nivel y sumar para que el equipo gane los partidos. Es lo principal para mí.

¿Por qué tomó la decisión de venir aquí?

—La confianza inmediata del míster, de la dirección deportiva de entonces, de la de ahora y, sobre todo, del presidente. El año anterior ya intentaron que viniera pero mi deseo era debutar en Primera División con el club con el que ascendí. No tuve ninguna duda, sabía que era un equipo que me venía muy bien a mí futbolísticamente y creo que estoy muy contento. Lo tengo todo para que las cosas salgan bien y tengo muchas ganas de que empiece lo bueno.

Pese a su cambio de aires, el año pasado firmó un precontrato con el Villarreal

— Lo que pasó fue que la temporada fue complicada. Tuve muchas lesiones y cuando jugué no estuve al nivel que a mí me hubiera gustado. A veces las cosas no salen como deseas, pero fue un año para aprender mucho de los errores que cometí. Creo que los he aprendido, que he crecido mucho como persona y como jugador. Tengo las energías renovadas para que el año sea bueno aquí.

¿Le ha dicho Paco dónde quiere que juegue en el terreno de juego?

—El míster sabe que me puedo adaptar a muchas posiciones en el campo. Conoce mis cualidades, sabe lo que le puedo dar en un sitio y lo que le puedo dar en otro. Yo creo que voy a tener minutos en todas. El otro día habló conmigo, me dijo que me valoraba en todas las posiciones y estoy encantado porque puedo ayudar según requiera el partido y la situación del equipo. Va a haber momentos para todo, la temporada es muy larga. Tengo muchas ganas de ponerme a su disposición.

¿Con qué sueños y aspiraciones llega al Levante?

— Quiero ayudar a crecer al club. Tiene una base muy buena, que lleva varios años trabajando con los mismos jugadores y que están asentados en Primera División. Obviamente, el objetivo principal es la salvación, pero siempre soy una persona ambiciosa, con ganas de soñar y siendo realistas, confío en mis compañeros. Creo que todos podemos dar un nivel muy alto y, sabiendo que el objetivo es la permanencia, hay que ser lo más ambiciosos posibles.

¿Europa

— Ojalá, ¿por qué no? Repito: hay jugadores que llevan varios años haciendo las cosas muy bien en este equipo. Lo primero es la salvación, pero ojalá la podamos conseguir cuanto antes y busquemos retos mayores.