Después de cerrar cuatro operaciones el último día y cuadrar el fair-play con un mínimo saldo positivo de 60.000 euros, Quico Catalán y Manolo Salvador han pasado revista este viernes al plazo de fichajes. El traspaso de Prcic, con un fijo ligeramente superior a los 600.000 euros a compartir entre club y jugador, permitió ejecutar el acuerdo con el Deportivo por Róber Pier e inscribir en Róber PierLaLiga, cuya puesta de largo se demoró hasta este vierrnes. Fue el colofón a unas semanas tremendamente complicadas por el overbooking en la plantilla.

Y es que, después de una década al frente del club, el presidente tildó el verano como "el más duro" de todos los que ha vivido. El máximo responsable del área deportiva, por su parte, se dio por satisfecho con una plantilla "compensada para el sistema con el que va a jugar el míster". Atrás queda un mercado en el que se rechazó la oferta de 20 millones que trajo el agente de Campaña en nombre del Sevilla. Una venta con la que se habría acabado de un plumazo con los 15 millones de desfase con los que se arrancó la pretemporada.

"El problema del fair-play lo tienen también otros clubes, pero en el caso del Levante es más latente porque teníamos 34 o 35 jugadores. Ha sido un verano muy complicado, para mí el más duro desde que estoy en el Levante, aunque también porque nosotros nos lo hemos buscado", explicó Quico, quien sin citar a Campaña sí dejó en el aire que dentro de un año "tendremos que valorar otro escenario" sobre su traspaso. "La estrategia que hemos llevado a cabo ha sido no vender futbolistas sino consolidar a los que sabemos que tienen un valor importante y así mejorar la plantilla. Lo más importante es que todo esto lo habríamos solventado traspasando a un futbolista por 15 millones de euros, pero hemos entendido que era propicio que esos futbolistas con demanda en el mercado sigan con nosotros. Hemos hecho un esfuerzo económico respecto a otros años, nos hemos ido al límite".

Objetivos

Respecto a los objetivos del equipo, Quico habló de la permanencia, aunque también es cierto que lo hizo sin quitarse de encima la exigencia de hacerlo sin los apuros de la última: "No esquivo la exigencia ni la ambición, pero tenemos que ser ante todo realistas. Nuestro objetivo es mantenernos en Primera y exigir que sigamos creciendo cada año con un objetivo que tenemos que celebrar y valorar, aunque salvarse en la penúltima jornada en Girona no sea suficiente y nos sepa a poco".

Con dos fichajes desde su llegada, los de Duarte y Radoja, ambos con la carta de libertad, Manolo recordó que la prioridad era reforzar la posición del mediocentro por delante de otras, en especial los costados. "Hay jugadores polivalentes para banda como Rochina y Bardhi. Y tanto Morales como Hernani son más específicos, aunque no tienen suplente con la salida de Moses. Pero la prioridad era reforzar el mediocentro con Radoja y Vukcevic", reconoció el secretario técnico, quien, pese a que la realidad es que ha sido un inconveniente manifiesto, le quitó hierro a los problemas del fair-play en la confección de la plantilla: "No hemos dejado de hacer ningún fichaje por eso".