María Pry, la primera entrenadora en la historia del Levante UD femenino, llegó a ser la única mujer en un banquillo de Primera. Tras colgar las botas como mediocentro del Sevilla, se coronó entrenando al Betis y gracias a su trabajo este verano la llamaron para dirigir a hombres: «Cada vez está más cerca que una mujer sea reconocida como profesional en cualquier ámbito del fútbol»

El Levante vuelve a picar muy alto.

Desde que el club contactó conmigo entendí lo que quería. El objetivo es muy ambicioso y eso se está plasmando con fichajes de jugadoras que han hecho la plantilla todavía más completa de lo que ya era.

La temporada pasada supo a muy poco, así que ya tendrá claro que el tercer puesto aquí no es suficiente.

Vamos a intentar luchar hasta la última jornada por mejorar los resultados. Pero el equipo que vamos a ver espero que dé también alegrías a nivel de juego. Para mí más que presión es una responsabilidad muy alta la que tengo. Me firmaron por un objetivo y lo tengo muy claro.

¿Cómo va a ser su Levante?

Mi Levante tiene jugadoras muy inteligentes para saber adaptarse al rival y a las circunstancias de cada partido. Estamos acostumbradas a entrenarnos en situaciones que podemos controlar, pero en la competición luego eso no es así. Vamos a intentar dominar a través del balón y la versatilidad de la plantilla que tenemos nos va a permitir hacer un ataque posicional o jugar a la contra. El trabajo defensivo es innegociable y tiene que estar patente en todos los partidos. Vamos a ser un equipo intenso con y sin balón.

¿En la Primera Iberdrola están el Atlético, el Barça y todos los demás? ¿O esos dos, después el Levante y por detrás ya el resto?

Atlético y Barça, campeón y finalista de la Champions, respectivamente, son sobre el papel los dos equipos que deberían de luchar por todo. El Levante va a intentar pelear por quitarle esa condición de favorito a uno de los dos. La Liga cada vez va a ser más equilibrada.

Pese al adiós de Charlyn, santo y seña hasta ahora del proyecto, la plantilla ha dado un salto de calidad.

Sí. Desde fuera tenía una percepción y me he llevado una sorpresa muy grata de cómo el equipo está entrenándose y del compromiso del club. En el Levante nadie es imprescindible. El año pasado el equipo se cayó en el último tramo a raíz de la eliminación en Copa contra el Sevilla en casa. Fue un palo duro de digerir, pero al final por esas expectativas tan altas que existían era lógico y entendible que viniera el bajón. De aquello hay que aprender.

Entre los muchos retos que tiene en el banquillo está también el de recuperar la mejor versión de jugadoras que estuvieron por debajo de su nivel, por ejemplo Sonia Bermúdez.

Todo depende del prisma. Yo era entonces entrenadora del Betis y no sé qué pudo ocurrir aquí en el día a día. Una de las cosas que le dejamos claras a las jugadoras es que deben ser autocríticas y mejorar. Somos conscientes de que hubo algunas que no tuvieron su mejor temporada y como cuerpo técnico vamos a tratar de sacarles el máximo rendimiento deportivo posible.

¿Ha notado muchas diferencias entre el trato del Betis a su equipo femenino y el que le da el Levante?

El Betis daba un trato de equipo profesional pero con algunas diferencias respecto al Levante porque aquí el objetivo deportivo es meterse en Champions y eso implica que el nivel de jugadoras está un paso por delante. En cuanto a organización y estructura de la sección femenina también porque es un histórico que lleva muchos más años. Me siento muy afortunada de haber estado siete temporadas en el Betis y gracias a ellos estoy aquí. En su momento apostaron por mí y en el trato no tengo ninguna queja. Nuestros caminos se tenían que separar para crecer todos.

¿Cómo fueron sus inicios?

Colgué las botas en el Sevilla tras haber sido en mis últimos años la capitana y me ofrecieron ser la preparadora física del primer equipo. Sin embargo, el entrenador que estaba entonces ni empezó la pretemporada y acabé entrenando en la cantera hasta que al final conseguimos el ascenso.

Como entrenadora, ¿el siguiente muro que derribar sería ponerse al frente de un equipo masculino?

Me siento muy afortunada porque en verano me llamó un club de Tercera División masculino y eso es algo que interpreto como un reconocimiento a nivel profesional. Les dije que no podía aceptar porque mi compromiso con el Levante estaba ya, pero efectivamente esa llamada lo que me dice es que vamos por el buen camino. La oportunidad de que una mujer sea considerada como una profesional en cualquier ámbito del fútbol está cada vez más cerca.

Pese a ser un histórico, el Levante también ha avanzado mucho en los últimos años hacia la profesionalización. ¿Cómo percibe el estado actual del fútbol femenino en España?

En todos los clubes de Primera ahora mismo el 80 por ciento son profesionales, tanto los dependientes como los independientes. Estamos consiguiendo que el fútbol sea más profesional. Cada vez tenemos más figuras en los cuerpos técnicos para hacer los entrenamientos más especializados y las jugadoras empiezan a tener claro que deben ser lo más profesionales posible en todos los ámbitos.

¿Es de las que piensan que con el Real Madrid se entra en otra dimensión o de las que reivindican que el fútbol femenino ya estaba aquí?

El fútbol femenino ya lleva años gracias a la exigencia de jugadoras y clubes y es un trabajo de años en el que ya no vale todo. Que el Madrid apueste por el femenino ayudará. No le queremos cerrar la puerta a ningún club, sería ilógico.

Precisamente el Real Madrid ha pujado por Eva Navarro, pero el Levante ha aguantado la embestida.

Cuando se escucharon todos los rumores hablé con ella. Primero tuve una conversación como persona. Eva tiene que valorar, y lo hace, qué significa ella para el Levante y viceversa. Tomar una decisión de manera precipitada sin estar convencida no acaba bien. Tenía que estar tranquila y hacer las cosas como toca con el club en todos los aspectos. Le hablé con la seguridad de que lo que le decía era lo correcto. Se quedará aquí mucho tiempo o no, porque esa potestad es suya, pero cuando tome la decisión debe ser muy consolidada. Todos le hemos dado normalidad a este asunto, aunque es cierto que ha habido momentos en los que no lo ha pasado bien. Eva es una jugadora muy querida para el Levante.

¿Leyó el tuit de Corredera criticando que no haya un álbum de cromos de la Primera Iberdrola?

Marta Corredera ha jugado el Mundial de Francia y tiene una perspectiva diferente. Ella ve por ejemplo que en Inglaterra su Liga va a ser televisada en varios países para darle difusión a la competición y además a coste cero. ¿Cómo podemos desde España seguir ayudando? A nosotros aquí nos ocurre que la jugadoras son conscientes de lo que se está moviendo y no quieren que esto se pare. En Sevilla hay una aficionada que ella misma ha creado su álbum de cromos y que le ha dado esa visibilidad para que sus hijas los tengan.

¿Usted se haría la colección si alguna empresa la comercializase?

Por supuesto. Igual que a las jugadoras las veo en el vestuario que tienen su Liga Fantasy de fútbol femenino. Con eso ya estás valorando quién es esa jugadora, vas a conocer más cosas de su equipo... Si nos dieran esa oportunidad de sacar un cromo día a día... Todos hemos hecho la colección de Panini, pero no creo que tampoco fuera sencillo en sus inicios para el fútbol masculino. Cuando subí con el Betis hace cuatro temporadas, la Primera no era lo que es ahora ni era una competición que estuviese tan profesionalizada. Vamos a continuar creciendo y el camino nos dirá hasta dónde llegamos porque el fútbol femenino no es una moda pasajera sino que está para quedarse.