Paco López ya ha hecho historia con el Levante UD y la que le queda. De momento es el único que en 110 años de historia se ha sentado en el banquillo en tres temporadas distintas estando el equipo en Primera. En breve superará a Juan Ignacio, que estuvo dos completas. Y a plazo medio, con el nuevo contrato que las partes ya tienen apalabrado, pulverizará el récord de Luis García, que encadenó tres (dos en Segunda y una en Primera). Encima de la mesa hay un principio de acuerdo para que SuperLópez, que acaba el próximo junio, renueve hasta 2022.

Ningún otro entrenador, además con mucha diferencia, se ha ganado el respaldo del que goza actualmente Paco en Orriols. Tampoco ha habido otro que haya alcanzado una sintonía como la que hay entre él y el presidente. Ya meses antes del nombramiento de la nueva área deportiva, entre los dos cogieron el toro de la planificación de la actual plantilla, un proyecto en el que el peso específico del de Silla está fuera de duda tanto en el apartado de entradas como el de salidas.

Y es que hoy por hoy la figura de Paco, por mucho que como todos los entrenadores se vea sometido a la dictadura de los resultados, está por encima de rachas o sistemas. «Paco López ni en los momentos más jodidos, y los hemos tenido, ha estado cuestionado, absolutamente nunca. La confianza es plena y estoy no convencido, sino lo siguiente de que Paco, va a seguir siendo nuestro entrenador». Con estas palabras, el presidente no sólo confirmó tras la salvación en Girona que ni el míster ni por supuesto el club ejecutarían la cláusula de escape a la que podían acogerse. Una rendija para liberarse que apenas ascendía a 200.000 euros para no prorrogar su contrato. Lejos de eso, Quico sentó las bases de su continuidad más allá de 2020, la fecha que todavía sigue vigente.

Una vez cerrado el mercado de fichajes, en la agenda deportiva el camino está despejado para abrochar el blindaje del técnico. Sin necesidad de hacerlo de manera urgente, existe un principio de acuerdo muy avanzado, aunque aún no cerrado, tanto en lo que se refiere a la mejora económica como a las cláusulas de un contrato en el que se volverán a incluir válvulas de escape. Pese a la confianza, tanto el míster como el Levante se guardarán las espaldas por si las moscas.

La cláusula de rescisión del entrenador en este momento es de dos millones, aunque podría sufrir una modificación en el nuevo contrato, con una ampliación de nuevo condicionada a la salvación. A nivel económico, el salto ya no será tan importante como lo fue en su primera renovación, en el verano de 2018, cuando se adecuaron sus condiciones a la élite después de cambiar el banquillo del filial en Tercera por el del primer equipo.

A pesar de haber recibido el interés de otros equipos, Paco siempre le ha dado prioridad absoluta al Levante. El club continúa viendo en él al entrenador idóneo para liderar el crecimiento del proyecto a corto y medio plazo. De hecho, la idea inicial era haberlo dejado todo cerrado antes de que empezara LaLiga. «Me encantaría que Paco López marcara una época en este club y él lo sabe. Pero tenemos que construir el proyecto más estable y coherente para todas las partes y me gustaría que empezara la temporada con un escenario distinto al que tiene ahora», aseguró Quico en la presentación de Manolo Salvador, otro de sus más firmes valedores.