Radoja no es un Lerma, ni debe parecerse al colombiano pero desde la marcha del 'cafetero' las sensaciones en el centro del campo no habían sido tan positivas en torno a la figura de un medio complementario a José Campaña. El andaluz tuvo menos responsabilidades defensivas gracias a un imperial Radoja. Siempre bien colocado, en su sitio y manteniendo el dibujo que Paco López había pintado sobre el césped. Su salida de balón además fue exquisita. No siempre tendrá el mismo acierto que en una primera parte para guardar, pero su circulación invita al optimismo. Más aún cuando tiene la habilidad de superar líneas y convertirse en un arma de penúltimo pase en el ataque granota, que en el primer periodo generó muchas situaciones de superioridad numérica en campo contrario.

De hecho, siempre se ha alabado la capacidad del Levante de Paco López a la contra y con espacios, pero con Radoja ganó un plus en ataque estático. El mejor ejemplo llegó alrededor del minuto 22 de juego. Postigo tiene el balón, Campaña le da el apoyo en izquierda para que Clerc acuda a zona más adelantada. Y aparece Radoja en zona interior para recibir de espaldas, girar a derecha e izquierda, meter un pase a Roger para que el '9' ceda a banda y generar un centro claro al área de la portería defendida por Rubén.

La posición del centrocampista en los saques de portería también se convirtió en una nota muy positiva. Cada vez que el meta 'rojillo' lanzaba un balón en largo ahí aparecía Radoja para ganar un balón aéreo tras otro. En los centros laterales también mostró ese potencial, pero sobre todo a nivel de colocación. Consciente de que una de las debilidades del equipo ha sido en alguna etapa la segunda jugada, su posicionamiento permitió a los centrales estar menos exigidos. Entrando en el área o aguantando en la fronta. El '5' fue ese jugador omnipresente en el medio granota.

A pesar de eso, el centrocampista tuvo un único 'pero' en el partido. Una pérdida a destacar pero ni mucho menos crítica, aunque sí que acabó en gol. Alrededor del minuto 57, Radoja perdió un balón en el costado izquierdo que recogió Osasuna y cuyo repliegue era perfecto en el sentido táctico. Los centrales estaban donde tienen que estar, Miramón no estaba despegado en el otro lateral y Clerc podía servir de apoyo próximo para presionar tras la pérdida. Además, Campaña tapaba pase interior a Chimy Ávila. En ese contexto, la única alternativa de Roberto Torres fue un pase en largo a Rubén García para que se buscara la vida. Y el setabense, en su vuelta al Ciutat, se encontró con un Vezo flojo y lento, y con la fortuna de hacer que su balón rebotara en Miramón para despistar a Aitor.

El serbio se ofrece siempre

En los dos partidos en los que ha sido titular, Radoja ha dado 44 y 43 pases respectivamente con un 82,8 por cien de acierto. Por su parte, Vukcevic, con más acierto pero menos riesgo en el pase, nunca ha llegado a los 40 y solo dos veces superó los 30: contra Madrid dio 21, Alavés 28 y en su media parte contra el Betis 12, con una asistencia incluida.

Inteligencia táctica en centros laterales

El posicionamiento de Radoja en los centros laterales fue el correcto. Desde la presión previa, hasta esa capacidad para adentrarse en el área, cerca siempre de la frontal, para sumar una cabeza más. Y sobre todo, para tapar la segunda jugada.