El fútbol se ha acabado para Raphael Dwamena. Es, al menos, la opinión de los especialistas consultados hasta el momento. A la espera de visitar en Suiza a su médico de confianza, todos coinciden en el diagnóstico. Y es que las pruebas a las que se ha sometido ya en Zaragoza y Barcelona no dejan lugar a la duda. El ghanés, de 24 años, tiene que colgar las botas inmediatamente. Su vida corre un grave peligro si no lo hace. Es más, con el número de latidos por minuto que alcanzó su corazón en el último partido ante el Cádiz, es un milagro que lo pueda seguir contando. El riesgo de accidente cardiovascular es máximo y así lo ratifican los expertos en la prevención de la muerte súbita que lo han tratado.

A la espera de que los resultados sean definitivos, Levante y Zaragoza están siendo muy prudentes ante el drama humano más allá del contratiempo deportivo y el económico. El club granota, en permanente contacto con el maño, ha puesto a disposición de Dwamena a sus servicios médicos para lo que necesite. De momento no está previsto comunicar nada al respecto hasta que no haya vuelta de hoja sobre el diagnóstico de que tiene que retirarse.

Los acontecimientos se precipitaron el lunes. En una sesión suave y regenerativa, a Dwamena el corazón se le volvió a acelerar muy por encima de lo normal. De ahí se fue directo a la Clínica Quirón, donde los resultados fueron demoledores. El miércoles, en la prestigiosa consulta de la familia Brugada, se confirmaron los peores presagios. A esas horas tanto el Levante como el Zaragoza estaban ya en contacto y recibían a la par las noticias. Dos opiniones médicas coincidentes sin resquicios a la duda. Para los clubes la estupefacción era absoluta. Un auténtico mazazo, aunque en especial para el delantero, que aun así se resiste a asumir que se ha acabado.

Dwamena venía sufriendo en los últimos días fuertes mareos. El holter, un dispositivo que lleva instalado para monitorizar la frecuencia cardiaca, había empezado a dar resultados anormales. El propio jugador estaba preocupado y aun así jugó 70 minutos el fin de semana, cuando todo empezó a ir mal y su cabeza le daba vueltas a lo que le estaba pasando.

Nuevo comunicado oficial

El Zaragoza, que ayer afeó las informaciones que apuntan a la retirada, anunció el miércoles su baja indefinida. A nivel deportivo el club ya se mueve para encontrarle un recambio debido a que tiene 20 días hábiles para que LaLiga le autorice a fichar con el 80 por ciento del salario que recibe Dwamena. El Levante se mantiene a la expectativa.

Pese a que un año antes el Brighton frenó su fichaje por estos problemas de corazón, el delantero pasó la revisión médica sin problemas en ambos clubes. Aunque su fichaje era de riesgo, lo cierto es que el Levante UD no suscribió ninguna póliza de seguro que lo cubriese en caso de algo como lo que ha ocurrido. Tampoco lo hizo el Zaragoza, que asume casi la totalidad de su ficha y que ahora podría desviar de nuevo al jugador a su club de origen con los consiguientes gastos tanto de la nómina como de su recuperación.

Para las arcas granotas la amortización del fichaje de Dwamena, el segundo más caro de su historia, es de dos millones anuales. Costó 6,5 kilos y su ficha ronda los 800.000 euros, por lo que en el caso de que acabe colgando las botas seguirá ocupando espacio en el fair-play.

La "desviación" se la detectó el Brighton

«Hace un año llegué a un acuerdo para jugar en Inglaterra y los doctores me dijeron que no iba a jugar más al fútbol y ahora estoy aquí. Dios me ha ayudado para que no esté ahora en Inglaterra. Él no quiso que estuviera allí en aquel momento, no tenía ningún problema en el corazón y su voluntad es que esté aquí ahora». Fueron las palabras de Dwamena en su presentación oficial con el Levante, el 13 de agosto de 2017. Había pasado un año de que el Brighton le tumbara la revisión médica precisamente tras detectarle los problemas de corazón que ahora pueden forzar su retirada.

Hundido entonces por el contratiempo que frustró su traspaso por 10 millones a la Premier, Dwamena volvió a ser considerado apto para el fútbol después de dos meses sometiéndose a nuevas pruebas. «Se determinó la misma desviación de lo normal. Sin embargo, no se consideró perjudicial para la salud ni compromete el rendimiento de un atleta de primer nivel», explicaron los servicios médicos del Zurich. «El hecho de que ocurran desviaciones en tales pruebas médicas en el deporte no resulta infrecuente».

El delantero ghanés se suma a una extensa lista de jugadores con problemas de corazón obligados a retirarse o que han visto comprometida su carrera: De la Red, Casillas, Ruz, De las Cuevas, Kanu, Karanka, Almunia...

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