El deporte profesional exige y exprime al máximo exponente el cuerpo humano en aras de potenciar su rendimiento hasta el límite. Pese a las numerosas variables nutricionales, físicas y psicológicas, las fuertes medidas de seguridad como prevención y la concienciación en todas las categorías evitan y han evitado males mayores a la hora de atajar un problema cardíaco o de similar gravedad en un profesional del fútbol, después de casos trágicos como los de Antonio Puerta (paro cardiorrespiratorio) o Miklos Feher (tromboembolia pulmonar) entre otros. Raphael Dwamena es el último ejemplo de un futbolista con una patología de esta índole.

Con el paso de los años y el avance de las medidas de prevención y seguridad las muertes en el fútbol profesional se han reducido en el primer nivel, no obstante, esta política permite atajar y descubrir esos problemas cardíacos antes de que ocurra una desgracia. Los médicos han aconsejado a Dwamena que debe retirarse del fútbol inmediatamente, precisamente para evitar cualquier accidente cardiovascular.

En el fútbol español el último gran caso sonado fue el de Iker Casillas. El portero campeón del mundo con España en 2010 sufrió un infarto durante una sesión de entrenamiento con el Porto FC el pasado mes de mayo de 2019. En estos momentos el futbolista lucha por regresar a la competición, tras un largo proceso de recuperación y de evaluación del estado de su corazón.

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Otros casos sonados que conllevaron una retirada inmediata fueron los De la Red y Almunia. El campeón con España de la Eurocopa 2008 sufrió un síncope durante un partido con el Real Madrid. Tras este episodio los médicos le aconsejaron que se retirara de la práctica deportiva profesional con 23 años. Por su parte el guardameta ya en el ocaso de su carrera con 36 años fue diagnosticado durante el reconocimiento médico con el Cagliari de la Serie A de una miocardiopatía hipertrófica apical. Tampoco el valenciano Manuel Ruz pudo continuar con su carrera deportiva después de ser diagnosticado con 26 años de una pericarditis vírica, una inflamación del pericardio.

Sin embargo también hay otros casos en el fútbol español en los que el jugador pudo volver a la competición. Dani Carvajal sufrió una pericarditis, al igual que Ruz. Tras unos meses de recuperación el lateral sigue jugando con el Real Madrid. Raúl García también pasó por una situación similar en 2018 cuando se operó para corregir una pequeña arritmia cardíaca.

El alicantino Miguel De las Cuevas padeció un 'foramen oval permanente', una anomalía cardíaca que se le detectó cuando militaba en el Spezia italiano en 2015. Después de pasar por el quirófano y seis meses de baja, a sus 33 años sigue jugando en el Córdoba CF de la Segunda División B. Incluso Aitor Karanka también se retiró temporalmente en 1998 después de sufrir una miopericarditis aguda idiopática.

A nivel internacional otros grandes nombres también tuvieron problemas cardíacos. Por ejemplo Lilian Thuram, Nwankwo Kanu y Cassano. El francés tuvo que poner punto y final a su carrera en 2008 cuando iba a fichar por el PSG después de encontrarse con que su corazón estaba dilatado. Al africano le detectaron una anomalía en el corazón cuando iba a firmar por el Inter de Milán en 1996. Le colocaron una válvula en la aorta y prosiguió con su carrera. Asimismo el italiano también sufrió el mismo problema que De las Cuevas en 2011. Cassano se operó y terminó jugando al fútbol varios años más.

Ekeng, Muamba, Naoki Matsuda o Ángel Correa entre otros también sufrieron distintos percances cardíacos. Sin ir más lejos el japonés o el camerunés fallecieron a consecuencia de ellos, ya que no fueron detectados a tiempo y ocurrieron trágicamente durante la disputa de un partido.