El Levante se tomó en serio la Copa del Rey. No especuló ni esperó al último suspiro para, en un arranque de coraje, superar a un rival muy inferior. Un recién ascendido a Tercera y actualmente en descenso a Preferente que le puso empeño y que no dejó de correr, pero que se encontró pronto con un golpe demasiado duro: el gol de Coke. El lateral golpeó hasta en dos ocasiones, casi consecutivas, y ese tipo de situaciones, ante los que aspiran a ser la Cenicienta o la sorpresa de la competición, se antojan demasiado fuertes. A pesar de eso, el Melilla CD luchó con ilusión e intención hasta el último suspiro. Saboreando el encuentro contra los de Paco López, que dignificaron la eliminatoria jugando a buen nivel y con oportunidad para jugadores del filial como Eliseo, Gonzalo Pereira y Pablo Martínez. Incluso otros con pocos minutos como Sergio León, Toño, que estuvo a buen nivel en Granada, o Hernani, quien quería reivindicarse en Melilla.

El partido reflejó desde el primer minuto las dos versiones de esta Copa del Rey. El equipo modesto que lo intentaba en cada contra y el Levante, dominando en estático y los espacios, sobre todo en un campo más grande del habitual, algo que había destacado el entrenador del conjunto de Melilla, Nacho Aznar. Si en la previa recordaba que eso podía ser un factor determinante, la concentración en las jugadas a balón parado era otro. Y el Levante aprovechó curiosamete ese segundo factor. En un saque de esquina lanzado por Hernani, el Levante logró anotar el primer gol del encuentro. Antes del minuto 10 y gracias a un cabezazo en el primer palo, el lateral derecho puso por delante al Levante y dejó claro que aunque es solo la segunda ronda, el equipo quiere hacer algo importante en esta temporada en la competición copera.

El propio Coke hizo el segundo de la tarde. En una carrera en la que entró en juego con Hernani y Pablo Martínez, ayer titular, para marcharse del portero y poner el 0-2. Con ese marcador, el conjunto local lo pasó mal y el Levante se encontró ya tranquilo, sabedor de que la remontada era prácticamente una utopía. Era el momento para que los menos habituales empezaran a disfrutar y uno de ellos fue Sergio León, aunque excesivamente egoísta en una acción con Mayoral en la que ambos iban contra el portero. El andaluz se la jugó, regateó al portero y se confió en exceso en su golpeo para acabar viendo como un defensa sacaba el balón de la línea de la portería.

El Levante lo siguió intentado y Paco López pudo comprobar cosas, como el buen hacer de Eliseo y Gonzalo Pereira en el encuentro contra el Melilla. Muy superiores a sus rivales y con la mente puesta en demostrar que pueden sumar, y mucho, en el primer equipo, ambos jugadores sumaron desde atrás, al igual que Pablo Martínez en el centro del campo. El canterano conectó con Vukcevic en el medio, no tuvo problemas en el robo y además apareció por cualquier zona de esa medular. El duelo sirvió además para ver que hay jugadores que no entienden de partidos ‘pequeños’. La Copa del Rey sirvió para ver el hambre de gol de Borja Mayoral. El delantero granota fue el encargado de hacer el tercero. En un arranque de genio después de rematar dos veces, el ‘21’ marcó su gol en un choque en el que estuvo implicado y con ganas.

A partir de ese momento, el conjunto granota bajó el freno. No generó tanto y el encuentro entró en cierto modo en la improvisación. Lógico. Menos orden, pero el mismo grado de reivindicación por parte de algunos jugadores. Hernani por ejemplo se mostró siempre activo. Dejó claro que es ese futbolista que lo intenta siempre más allá del acierto final, que sí tuvo en el 0-4. Después llegaría el de Sergio León que envió al fondo de la portería un penalti que había cometido el Melilla sobre Bardhi, que siempre genera peligro.

Después del duelo contra el conjunto de Nacho Aznar, el Levante de Paco López ya puede mirar sí o sí al duelo ante el Celta de Vigo. El encuentro ante el cuadro gallego debe asumirse como el broche final a un año en el que se consiguió la salvación, con más tensión del esperado. Como una celebración en forma de tres puntos en un Ciutat de València que este año se convirtió en un fortín, uno de los más importantes de la categoría.

Las notas del partido: