Pregúntale a cualquier granota, que no falla... este año las fiestas navideñas están siendo un poquito más dulces. Para no serlo, motivos no faltan entre el levantinismo. Sensaciones encontradas con victorias de peso y sobre todo tranquilidad, la que generan los 26 puntazos que tiene el equpo a falta de un partido para culminar la primera vuelta con un margen de 12 sobre el descenso, justo el doble al de hace un año a estas alturas.

«Primero queremos hacer 40-42 puntos... y luego a soñar», dijo Borja Mayoral tras el último triunfo en el Ciutat ante el Celta (3-1). El atacante, como siempre ha recalcado Paco López, se refería a la cifra sobre la que teóricamente se irá la salvación al final del curso. De momento, unión en el vestuario, compromiso y ambición no faltan, como tampoco esa dinámica como locales para salvar la categoría de forma más desahogada a la del curso pasado, sin tanto sufrimiento y sin esa dosis de angustia y luego dejarse llevar para conseguir algo más grande. El límite al éxito de los granotas a finales de la temproada dependerá de mantener o no la fiabilidad en el Ciutat de València, el auténtico bastión de los granotas donde de nueve partidos solo han perdido dos (Espanyol

De los 26 puntos que tienen los blaugrana en su casillero, 17 han sido cosechados en Orriols con 5 victorias (Villarreal, Valladolid, Barcelona, Mallorca y Celta) y 2 empates (Eibar y Osasuna). Mantener cifras similares en la segunda vuelta llevaría al equipo a los 43 puntos y se han de sumar los puntos que se arañen a domicilio, que si son los mismos que en esta primera vuelta (a falta del partido en el Wanda Metropolitano) dispararían la cifra hasta los ilusionantes 52 puntos. Son todo cábalas, pero estas conjeturas son verdaderamente realistas, más si cabe si se analizan algunos resultados como el 0-0 ante el Eibar o el 1-1 ante Osasuna que debieron ser triunfos en base a los méritos, y otros como el 0-1 ante el Espanyol que fueron 'deslices' que no deben repetirse si se quiere aspirar realmente al top-10 de LaLiga.

Por contra, el mismo equipo que perdió contra el colista con una pésima imagen doblegó dos semanas después al líder, el Barcelona contra todo pronóstico en casa, y entre ambos partidos dio la campanada ante la revelación de competición (Real Sociedad) en Anoeta. De vuelta a la realidad, el equipo se ha tomado al pie de la letra los deseos de Paco López. El técnico dijo al principio de la temporada que por el 110 aniversario quería que no fuera un año cualquiera, sobre todo en Orriols, donde los resultados llegaron antes incluso que el juego. Ahora ya afianzados en el 4-4-2 se ha encontrado el equilibrio y la regularidad. Un 65 por ciento de los puntos llegaron en el Ciutat; el feudo granota es el bastión sobre el que se sustenta este proyecto.

Una salvación más 'barata'

Que LaLiga esté más igualada no ha afectado a la parte baja de la tabla, donde Espanyol, Leganés y Celta ocupan los puestos de descenso, con unos números notablemente inferiores a la del resto de equipos salvo el Mallorca. En esta zona, el Espanyol solo ha ganado 2 de 18 partidos posibles, mientras que Celta o Leganés suman 3. En total 10, 13 y 14 puntos respectivamente. Con uno más, Mallorca (15) y ya por encima Eibar abre la brecha porque se va hasta los 19 en su casillero. Al final de la 17/18, el primer equipo que se salvó, es decir el decimoséptimo, fue el Celta con 41 puntos, aunque a estas alturas el equipo que ocupaba dicha posición era el Leganés, con 19 puntos. Esta vez marca la permanencia el Mallorca con 15, cuatro menos.

Casualmente, el Levante ocupa a está un puesto por encima al año pasado (noveno) y con tres puntos más (26). Eso sí, en esta ocasión con 12 puntos de renta respecto al descenso, el doble que en 2018. En caso de acabar así la primera vuelta (falta todavía por jugarse el partido del Wanda) y mantenerse, es decir sumar otros 26 puntos, se iría a los 52. Con dicha puntuación habría terminado en novena posición, pero a solo un punto del Espanyol (séptimo), que es el equipo que terminó jugando Europa