El Levante pasa de ronda pero debe aprender de sus errores. Esta vez no pagó sus imprudencias, pero por los pelos... Una parada de Aitor en el penúltimo penalti de la tanda permitió al conjunto granota eliminar a un muy buen Real Jaén que puso contra las cuerdas a los de Paco López. Que tomen nota.

Se presentó el equipo azulgrana sobre el maltrecho césped del nuevo estadio de La Victoria con una combinación de futbolistas en su once inicial en la que había desde titularísimos como Campaña hasta un hombre del filial como es Eliseo pasando por jugadores muy poco habituales como Sergio León e incluso por otro que reaparecía tras un periodo convaleciente como Melero. La miscelánea, eso sí, no impidió que den el arranque se viese a un Levante muy metido ante un equipo, el jienense, animoso en los compases iniciales espoleado por su bulliciosa hinchada, que parecía tener muy presente su última gesta eliminando al Alavés.

Sin embargo, bien prontito se vio que iba a ser un partido con contratiempos ya que en una de las primeras aproximaciones locales Oier intentó estirarse para tapar un disparo y sintió un pinchazo en la parte posterior que le obligó a ser sustituido por Aitor.

En la parte positiva, sin duda, estuvo la actuación de Hernani. Probablemente fue el jugador más vertical del conjunto granota durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego y aunque fue en una acción a balón parado, un centro suyo —cabe recordar que en el Metropolitano, pese a no estar acertado, ya le sirvió una pelota a Bardhi que casi supuso el empate— originó el 0-1 obra de Sergio León, quien remató con sutileza en el primer palo en el m. 21. No está contento, es evidente, pero gol tiene.

El tanto allanaba el terreno, pero dentro del camino escarpado que les esperaba a los de Paco López el segundo contratiempo llegó en forma de expulsión de Vukcevic, quien poco antes del descanso y con una amarilla ya le propinó un pisotón temerario a un oponente que le costó la expulsión. La voluntariedad o involuntariedad solo la sabe el implicado, pero parece evidente que fue un riesgo innecesario que pasó factura. Una imprudencia.

Paco en la reanudación tiró a Morales desde la punta de lanza a la banda derecha dejando a Sergio León solo arriba y, con dos líneas de cuatro y esa única referencia ofensiva, afrontó un segundo acto en el que Campaña a balón parado obligó al meta local a sacar una pelota sobre la línea de gol. Fue un espejismo porque la proximidad en el marcador ante un rival de superior categoría, el optimismo derivado del precedente copero y el sentirse con un hombre más —casi más que la diferencia en el desgaste físico— hicieron que el Real Jaén se metiese poco a poco en el encuentro y en el minuto 51 ya inquietase a Aitor en un disparo lejano de Fran Hernández.

A esas alturas el meta granota ya era el más atento en los balones a la espalda de la defensa granota hasta el punto de que en el 74' tuvo que hacer un auténtico paradón a disparo de Gabri. Fue el aviso de lo que iba a suceder poco después cuando el colegiado señaló un 'penaltito' por derribo de Melero, quien toco la pelota pero también a su adversario facilitando así la decisión del trencilla. Se puede interpretar como otra imprudencia —esta algo menor—que supuso el 1-1 en el m. 82 pese a que Aitor detuvo el lanzamiento desde los once metros, ya que nada pudo hacer cuando el lanzador, Miguel Martín, un auténtico dolor de cabeza para la defensa granota en la segunda parte, recogió el rechace para fusilarle a bocajarro. Quedaban 10 minutos y el disgusto aún pudo ser mayor cuando Juancar en el 88 mandó un cabezazo fuera por muy poco ante un estadio, el de La Victoria, que ya había recuperado la fe de lleno.

Pese al susto se llegó al final de la segunda parte y arrancaba una prórroga en la que Melero, que acusó su inactividad y que da la sensación de necesitar rodaje por su complexión, pedía también el cambio en el inicio. La disponibilidad de una cuarta sustitución permitió a Roger entrar al intento de rescate de su equipo y en esa fase tomó algo de oxígeno el conjunto granota con Pablo Martínez ayudando a Campaña en el eje, aunque douró poco ya que Aitor de nuevo tuvo que hacer un paradón ante Sosa en el 105' para evitar el 2-1.

El susto ya no se lo quitaba nadie a los granotas que, para más inri, se quedaban con dos hombres menos al ser expulsado Cabaco por doble amarilla en el minuto 112 y en esa misma acción Eliseo se retiraba cojeando. El canterano tuvo que acabar el partido renqueante y en esas circunstancias, de nuevo Aitor evitó el 2-1 con una estirada felina ante Sosa y envió la eliminatoria a una tanda de penaltis en la que los granotas marcaron sus cinco penaltis y el propio Aitor le detuvo el quinto al jienense Juanca.