Si es cierto que hay jugadores que marcan la temperatura de sus equipos, no hay duda de que Morales. Y hoy por hoy, en pleno temporal de resultados, la realidad es que el Comandante no acaba de entrar en calor. Un contraste que, como no podía ser de otra manera tratándose de un futbolista al que en clave granota se compara con Messi, tenía que acusarse. En el plano individual, más allá del aplazamiento de su revisión contractual, aún pendiente, la temporada arrancó torcida y no ha llegado a enderezarse. Tras un curso estratosférico, con unos números de escándalo, los de la actual no resisten la comparación. Por eso recuperar para la causa al hombre franquicia de Orriols está entre las necesidades más urgentes.

Acostumbrados a una trayectoria marcada por los picos y valles, los granotas atraviesan ahora uno bien bajo con cuatro derrotas consecutivas, tres en LaLigaTodo eso, además, en vísperas de la visita al Camp Nou. El último está siendo también un tramo de acumulación de partidos que ha coincidido con dos suplencias del capitán, fuera del once ante Atlético y Osasuna, siempre a domicilio. Es la primera vez que pierde su condición de intocable con Paco López, quien con otras piezas claves en su engranaje como Campaña se ha resistido siempre a tomar medidas drásticas. Hace un año, a estas alturas, Morales sólo había dejado de ser titular una vez. Ante el Huesca, pero por sanción. El resto lo había jugado todo salvo los dos últimos minutos del partido en el Athletic tras ser sustituido en el 88'. A la postre, en 38 jornadas de Liga fue titular en 35 y solo en dos se quedó en la reserva por rotación.

Como en otras ocasiones en las que necesitó sacudir el once en busca de una reacción, Paco López desempolvó el 3-5-2 en Pamplona y ese giro dejó en el banquillo a Morales, igual que en la anterior salida al Wanda. Con laterales ocupando los carriles, la delantera fue para Borja Mayoral y Roger, la pareja en la que el técnico está insistiendo para que se acoplen. Con este dibujo, en caso de que se repita en Can Barça con la ausencia por sanción de Campaña, la pelea está en la delantera, la demarcación en la que más jugo se le estaba sacando. Sus mejores partidos, no en vano, coincidieron con los enfrentamientos ante el Betis de , derrotado por un parcial de 7-0. El golazo en el Villamarín, un timbrazo a la selección, sigue en el recuerdo.

Los 12 goles del pasado curso

Pese a que todos los análisis pasan por el apartado defensivo, donde el Levante abre la clasificación de los equipos a los que más disparan y situaciones de gol le generan, en el ofensivo los 12 goles de Morales hace un año explican también el desequilibrio. A estas alturas llevaba seis, ahora solamente uno: no marca desde la tercera jornada, contra el Valladolid. Su compromiso y aportación en otras facetas ha sido hasta ahora un cordón de seguridad para mantenerse de titular. De hecho es, junto a Hernani, no sólo el más rápido de la plantilla en sprints de intensidad, sino también uno de los que más corren de LaLiga. Lo delatan, en cambio, otras estadísticas. Lleva menos asistencias y hasta menos amarillas, cuando antes lo que se le afeaba era que no se cuidase más a la hora de protestar o hacer determinadas faltas.

Su importancia fuera de duda en el vestuario, junto a su versatilidad y dinamismo en el campo, lo convierten en mortal de necesidad de cara a recuperar la buena senda. El Comandante, aunque en ocasiones cabizbajo porque las cosas no acaban de salir, conserva sus galones.