Mientras que con Radoja el misterio de su lesión persiste, por contra Campaña y Melero están en condiciones para el sábado, ya que el primero ha superado sus molestias y el segundo la sobrecarga, también inesperada, que lo dejó fuera de la última convocatoria.

La presencia de Melero en El Madrigal tiene una dosis añadida de morbo, ya que el hoy centrocampista granota firmó siendo jugador todavía del Huesca una opción preferencial con los groguets, que adelantaron un millón de euros Incluso estuvo en las oficinas para firmar el acuerdo, cuya vigencia expiraba el 1 de julio del pasado año.

Cinco millones de euros

El Villarreal, que tenía esa posición bien cubierta, finalmente desestimó ejecutar esa opción, superior al valor de su cláusula, después de un año aciago por culpa de una pubalgia que acabó mandándolo al quirófano. Además, todo coincidió con la explosión del caso Oikos, en el que el jugador se vio salpicado.

Finalmente fue el Levante quien, aprovechándose de ese renuncio y de que le quedaba solo un año más de contrato, llegó a un acuerdo por debajo de los cuatro kilos que marcaba su cláusula de rescisión. Paco López, que ya se había interesado por él antes, lo telefoneó personalmente y eso fue clave para que cristalizara la operación.