Poco o nada tiene que ver el Roger que pisará este sábado La Cerámica con el que lo hizo ahora hace dos años. Aquel 20 de enero de 2018, después de seis meses en el dique seco, el de Torrent reaparecía en el equipo por primera vez desde su grave lesión de cruzado. Entonces, pese a los 22 goles del ascenso, sólo había marcado uno en Primera, el de Vigo el año de su debut con Juan Ignacio. En plena sequía del equipo que dirigía Muñiz, cuesta abajo y sin frenos, en su reaparición de media hora logró el segundo. En el descuento y de penalti. Al equipo, que perdió 2-1, no le sirvió de nada. A él, por el contrario, de mucho. «Espero que este gol sea el primero de muchos», declaró tras el encuentro.

Roger es en este momento el máximo artillero nacional de LaLiga y deportivamente se encuentra en el mejor momento de su carrera. Pese a no haber acabado de romper detitular hasta ahora, el Pistolero se ha ganado por méritos propios el puesto. A prueba de competencia, tanto Borja Mayoral como Sergio León acumulan peores registros a estas alturas. Desde aquella tarde ante el Villarreal, el gol nunca le ha abandonado. Ya no necesita que sus compañeros le dejen lanzar los penaltis, porque el tirador es él. Tampoco los celebra con lágrimas, pero sí con la misma emoción, la de los delanteros para los que el éxito en el área es su día a día en la oficina. El olfato nunca se le ha discutido. En todo lo demás es un ariete mucho más completo. Ya no es el Galataray, que ofrecía 6 kilos antes de su lesión, quien le sigue los pasos.

Con un contexto tan favorable en lo individual no es de extrañar que Roger esté en boca de todo el mundo. Tampoco lo es tanto, máxime con los bandazos de Ángel a Willian José o Lucas Pérez, que en las últimas horas su nombre se haya relacionado con el Barça, ya sea un sondeo o un ofrecimiento. La realidad es que el Levante, que no quiere que su goleador se maree, remitió a sus agentes, cuando estos trasladaron la posibilidad, a que los culés presentasen una oferta y a partir de ahí ya contestarían.

La cláusula de rescisión es de 30 millones aunque negociable a partir de 12 si no hay un ajuste salarial. Preguntado sobre esta posibilidad, Paco López fue rotundo ayer al asegurar que «no hay oferta». «No me ha hecho falta hablar con el futbolista porque he hablado con el club y con eso tengo suficiente. El club me ha trasladado que no hay una oferta del Barça, nadie del Barça ha llamado al Levante y me tomo esto como los rumores que suele haber», aseguró.

Un desmentido muy rotundo

Paco insistió en que está tranquilo. «No me preocupa porque es algo que no existe. No me paro a pensar nada, no me preocupa porque creo que no se va a dar. El club lo ha dejado bien claro, no hay absolutamente nada», insistió el míster, centrado en sacar un resultado positivo. «Aquí se trata de ir a conseguir objetivos. ¿Se ha conseguido algo ya? Se trata de ganar todos los partidos posibles y esto es lo que va a hacer este equipo, y cuando se haya cumplido algún objetivo, hablaremos. No se ha conseguido absolutamente nada. El equipo no se va a relajar porque no hemos conseguido nada, hay que sacar un diez cada dí», señaló con un semblante serio.

El de Silla subrayó la calidad del rival y explicó que el Villarreal es un equipo con jugadores «con mucho talento, con experiencia para estar arriba y muy dominador», sobre todo en casa: «La idea es sumar tres puntos en un campo muy difícil y tratar de salir allí con personalidad y de imponer nuestras señas de identidad». Sobre el parte de bajas, Paco confirmó que Róber Pier está «cada vez mejor» y que su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió hace nueve meses es «una grata sorpresa». Sin embargo, pidió paciencia tanto para él como para el serbio Radoja, en el dique seco desde el partido de Copa con el Sevilla y aún sin fecha de vuelta.