El Levante UD está dispuesto a abrirle a Óscar Duarte la puerta de salida pero no a cualquier precio. Paco López ha transmitido a nivel interno que puede apañarse sin el central costarricense y, no en vano, el área deportiva ya valoró su posible adiós en el mercado de enero. Sin embargo, la oferta que se concretó entonces fue la del Getafe por Cabaco y este viernes el mensaje del técnico ha sido muy prudente.

Ahora, con Róber Pier en la última fase de su recuperación más el fichaje de Bruno, Duarte continúa siendo deportivamente prescindible, si bien podría darse la circunstancia de que juegue de titular contra el Granada este domingo. El motivo no es otro que la sanción de Postigo y el descarte técnico de Vezo las dos últimas jornadas por estar fuera de forma.

Precisamente Vezo es clave en la negociación entre Levante y Valencia. Y es que el precio en el que se ha tasado a Duarte, al menos la idea con la que los granotas se han puesto a negociar, es que coincida con el de la cesión del portugués hasta final de temporada hace un año. Además, se da el añadido de que en verano el traspaso se terminó elevando a cinco millones fijos más uno en variables.

Así las cosas, entre el pago por la cesión más la parte proporcional de la ficha, el Valencia tendría que invertir algo más de medio millón de euros y afrontar un peaje adicional, igual que ocurrió entonces, si el tico no disputa el 60 por ciento de los partidos de aquí a final de temporada.

Duarte llegó el pasado verano con la carta de libertad bajo el brazo a cambio de una de las fichas más asequibles de la primera plantilla, en torno al medio millón. La cantidad, eso sí, aumenta considerablemente en la segunda temporada siempre y cuando el contrato no se rompa antes.

La posibilidad de que Duarte cambie Orriols por Mestalla sigue en pie, aunque es una operación complicada. Encima con el Derbi a la vuelta de la esquina.