El Levante de la 2020/21 ya está en marcha. Sin haber terminado este curso, ni tan siquiera saber cuándo pondrá punto y final, desde los despachos trabajan a diario para poder ir adelantando fichajes en vistas a la próxima temporada. Los nombres de Son y Malsa son dos de los mejores ejemplos en clave granota y la realidad es que ese trabajo llega respaldado por el visto bueno de Quico Catalán, quien antes de que saltara la crisis del Coronavirus ya había tenido reuniones para dar libertad en temática de fichajes. Sobre todo en aquellos que quedan libres, con muchos clubes apurando ese tipo de balas cada verano, y los jugadores que estaban en alza en este arranque de 2020 y que es necesario cerrar cuanto antes.

La hoja de ruta de esta manera está clara y la intención es tratar de cerrar cuanto antes las incorporaciones para que participen en la pretemporada y se pongan a las órdenes de Paco López. Aunque no se sabe de cuántas semanas se trata, ni cuánto tiempo de margen habrá entre una campaña y otra, desde el club las ideas están claras. El objetivo es darle mayor nivel a la plantilla, tratar de estrechar la brecha entre titulares y suplentes para generar mayor competitividad y mejorar todas las líneas en vistas a la 2020/21. Y eso es precisamente lo que se ha logrado con los dos nombres ya mencionados: Malsa y Son.

El primero de ellos es para tratar de cerrar ese perfil 'Lerma' que lleva buscando el Levante desde la marcha del cafetero. A pesar de la mejoría de Vukcevic, el centro del campo granota necesita un jugador de ese perfil. No es un pivote moderno como el serbio ni el montenegrino. Es un jugador que abarca más terreno, capaz de acudir a otras zonas del campo, conducir durante más metros y además en crecimiento. Termina contrato y su temporada en lo individual está siendo excepcional. Equipos de primera y puntos de segunda le han pretendido. Algunos de ellos, como el Mallorca, se lanzaron en invierno a por él pero no llegaron a los 750.000 de la cláusula del futbolista. Y lo cierto es que ahora su llegada a Orriols cobra más fuerza, aunque bien es cierto que tiene muchísimos pretendientes. Y es por eso por lo que en estas semanas se está intensificando el trabajo, para tratar de cerrar operaciones a las que están atentos muchos clubes. Con Son la situación es idéntica. El jugador termina contrato, su temporada está siendo de un notable alto y son ese tipo de operaciones con un riesgo bajísimo. Sobre todo porque el futbolista estuvo también en la casa -pasado en la cantera- y además Paco López le conoce muy bien.

Las últimas temporadas

Los traspasos en los cursos precedentes han variado mucho en forma y fondo en el Levante. El año del ascenso, el club incorporó a Bardhi, Doukouré, Ivi y Boateng como inversiones más 'potentes' en un verano en el que también llegaron Alegría, Samu García, Luna y Nano Mesa, entre otros. En el siguiente curso, en la 2018/19 cambió el 'modus operandi' y de los traspasos más económicos se pasó a las fuertes inversiones realizadas con el dinero que dejó Lerma. Vukcevic, Moses Simon y Dwamena fueron los tres claros ejemplos. Por su parte, el estrecho margen del 'Fair Play' financiero hizo más complicado jugar con la economía granota el curso pasado, con Melero, Vezo y León como traspasos más potentes.