El Levante UD ha adelantado parte de los deberes con los fichajes de Son y Malsa, ambos con la carta de libertad, pero a partir de ahora la política de fichajes de cara a la 20/21 podría experimentar un profundo viraje. Un giro en consonancia con los cambios que se esperan en el mercado del fútbol por el impacto de la crisis sanitaria de la Covid-19 y el nuevo escenario a corto plazo de partidos sin público. La solución a los problemas con el fair-play, provocados por el sobredimensionamiento de la partida de salarios, habían abierto una puerta que ahora se cierra.

Los planes pasaban por una renovación de la plantilla en varias posicionesrenovación de la plantilla , en especial en el centro de la defensa y en la delantera. Incluso se contemplaba la mayor inversión y la posibilidad de volver a desembolsar traspasos después de que los tres últimos fichajes hubiesen llegado con la cara de libertad: Radoja, Óscar Duarte y Bruno. Sin embargo, como en tantas otras cosas, el plan B está ya encima de la mesa. Pese al parón presencial, los técnicos continúan manteniendo sus reuniones periódicas entre ellos y con Quico Catalán por vía telemática. Y en esos encuentros el presidente ya ha dejado claro por dónde van a ir los tiros.

De momento hay que esperar a la evolución de los acontecimientos, ya que ni siquiera está claro cuándo se va a retomar LaLiga. Hasta que se vayan aclarando los próximos pasos, el club se ha alineado con las tesis de Tebas. El presidente de la patronal, igual que con la oleada de ERTES y recortes de salarios, también aconseja a los clubes que repesquen cedidos y apuesten por canteranos para cerrar el nuevo círculo de la austeridad en el fútbol. Una sugerencia de obligado estudio en Orriols.

El Levante, al límite del cupo que iba a imponer la FIFA antes de la crisis, tiene en este momento a ocho futbolistas cedidos y con contrato en vigor para la próxima temporada: Moses Simon (Nantes), Ivi López y Fran Manzanara (Ponferradina), Antonio Luna (Rayo Vallecano), Raphael Dwamena (Real Zaragoza), Cheick Doukouré (SD Huesca), Pepelu (Tondela) y Armando Sadiku (Málaga). Una partida superior a los 10 millones en nóminas.

Si no hay novedad con la opción de compra, Moses saldrá traspasado, mientras que con Dwamena se impone la máxima prudencia por sus graves problemas de corazón. Del resto, Sadiku es el único que se ha revalorizado con sus goles en el Málaga, mientras que Doukouré, de lesión en lesión, aún no había debutado en el Huesca.

Dentro del perfil de cantera el nombre más destacado y con opciones reales pese a la competencia en el centro del campo es Pepelu. Lo mismo ocurre con Manzanara e incluso con Pablo Martínez, fichado para el filial y en la rotación de Paco López en el primer equipo. Se trata de perfiles, además, en la línea de Son y Malsa. El mercado de Segunda es el que más se ha peinado, aunque en principio ya estaba todo el trabajo hecho. El siguiente paso era profundizar en las Ligas extranjeras con posibilidades de inversión a precios razonables. Y no perder de vista las posibilidades de Primera.

Nuevas condiciones de mercado

La contracción del mercado también tendrá una consecuencia directa en el valor de los futbolistas más cotizados. Es el caso de Campaña, para el que el Sevilla no habría tenido suficiente con 20 millones el último verano. A la espera de su posible internacionalidad, todo estaba preparado para la salida del andaluz, el mejor pagado de la plantilla con más de tres millones de ficha. Pero ahora el escenario, más allá del deportivo, es bien distinto. También perdería valor un primer espada como Aitor, también renovado como Paco López con efecto retroactivo a partir del próximo 1 de julio.

La disminución del poder adquisitivo a plazo corto es una realidad que invita a pensar en un plazo de fichajes sin grandes movimientos y en la deflación del valor de los futbolistas, justo lo contrario de lo que estaba ocurriendo en las últimas temporadas. Otra cosa será el medio y largo, ya que en el actual escenario la previsión es que los ingresos de televisión se recuperen rápido.

Las estimaciones de la patronal apuntan a que la puerta cerrada supondrá un repunte para las plataformas. Además la próxima venta centralizada, gracias al mencionado Pacto de Viana, será una puja al alza tras haberse permitido que la próxima negociación sea al estilo Premier con un máximo de seis años en lugar de tres. Actualmente el valor de los derechos del futbol profesional es de 1.646 millones de euros de los que al Levante le corresponden 51. LaLiga ha adelantado parte de esa cantidad a los clubes para que vayan tirando pero queda el último plazo, que es también el más cuantioso.