El exfutbolista del Levante Samu García se encuentra en paradero desconocido. Desde que se desvinculó el pasado mes de enero de 2019 de la entidad granota, el malagueño se encuentra como agente libre y sin ninguna aventura en el mundo del balompié a sus espaldas.

Pese a ello, el exjugador del conjunto de Orriols ha tenido algunos equipos suspirando por sus servicios, pero ninguno de los intereses llegó a fructificarse. Poco después de quedarse sin equipo, pese a que sondeó la posibilidad de incorporarlo a sus filas con anterioridad, el Cadiz quiso ficharle ya que su perfil casaba con el que se buscaba en la secretaría técnica gaditana. Sin embargo, ambas posturas nunca llegaron a entenderse.

La última vez que sonó su nombre en lo que a mercado de transferencias se refiere fue el pasado verano. El Córdoba, que por aquel entonces fue un recién descendido a Segunda B, deseó hacerse con sus condiciones futbolísticas por la vinculación que existía entre Pepe Mesas, su representante, y Alfredo García Amado, director general del cuadro andaluz, ya que el agente era socio del dirigente.

No en vano, desde las entrañas del conjunto verdiblanco siempre consideraron que la operación era de difícil calibre por los estrictos límites económicos en los que el club de El Arcángel tuvo que moverse debido a la cantidad elevada de su ficha.

Pese haber contado con algunas ofertas del extranjero, según medios andaluces durante el mercado de fichajes del curso anterior, su última vivencia en el mundo del fútbol fue en València de la mano de los azulgranas. Una etapa que no compensó ni a la entidad ni al propio futbolista.

Samu García aterrizó en el Ciutat de València en el verano de 2017 bajo la etiqueta de jugador de gran calidad técnica según las experiencias que vivió en su carrera, pero su trayectoria fue decayendo de forma progresiva con el paso de los meses. Ante la ausencia de oportunidades, tuvo que salir a mediados de temporada en calidad de cedido al Málaga, equipo en el que irrumpió como futbolista, y pese a la ilusión que contagió en la Costa del Sol, no pudo evitar el descenso de los boquerones.

Con una balance de 18 partidos en LaLiga Santander, y cinco de Copa del Rey disputados en el año y medio que estuvo vinculado al club, lleva más de quince meses como agente libre pese a las propuestas que ha recibido en dicho periodo de tiempo. No en vano, la última vez que dio señales de vida fue el pasado mes de abril, donde ayudó, junto a varios miembros del Frente Bokerón (grupo de animación del Málaga CF), a repartir pizzas y agua en los distintos hospitales de la ciudad de Málaga.