Ocho puntos de ventaja sobre el descenso a falta de 33 por disputarse. Aunque el colchón parece suficiente, el Levante le ha estado dando muchas vueltas a la clasificación antes de irse a jugar a La Nucía, donde se jugará más de la mitad. Es el peaje por no paralizar las obras en el Ciutat para que la cubierta esté lista cuando arranque la temporada y se inicie la desescalada para el regreso del público a los estadios.

Tras escuchar la opinión de entrenador y plantilla, partidarios de como mínimo mudarse a un campo neutral y no dar ventaja a los rivales, ese fue el motivo principal por el que se descartó jugar todos los partidos como visitante, incluso aun estando todos de acuerdo en que el factor cancha se diluye al jugar sin público.

El césped del Ciutat

El equipo de Paco López aún tiene que asegurarse la permanencia y cuanto antes se consiga matemáticamente el objetivo, mucho mejor. Al final en la elección del Estadio Olímpico Camilo Cano han pesado tanto las dimensiones del campo como la calidad y buen estado del césped, tratado por la misma empresa que cuidad el del Ciutat o del Villarreal, la que habría sido la nueva casa granota en caso de contar con el visto bueno de LaLiga para la TV.

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Así es el Camilo Cano, 'nuevo' estadio del Levante

Para más inri, el estreno como local del conjunto granota será menos de 72 horas después de enfrentarse en Mestalla al Valencia en el regreso de la competición. Pocos equipos van a salvarse de jugar en alguna ocasión con solo tres días de descanso entre partidos y el Levante va a ser de los primeros, ya que se medirá al Sevilla el lunes 15 a las 19:30.

Mini-concentración

Aunque es algo en lo que el club ya estaba trabajando, ese margen tan pequeño va a empujar a que los granotas hagan la próxima semana una mini-concentración en un resort próximo a La Nucía con tal de habituarse al nuevo entorno. Entre el partido contra el Valencia y el del Sevilla solo va a haber margen para un entrenamiento.