La cubierta del Ciutat de València entra en fase de desescalada para dar un paso al frente en su plan de remodelación. Tras presenciar, durante más de 50 años, momentos históricos, amargos y, sobre todo, el crecimiento exponencial de la entidad levantinista, el techado se despide del estadio de Orriols mientras las obras del campo del Levante Unión Deportiva avanzan firmemente.

No solo la retirada de la techumbre es lo más destacado, sino que las torres de sujeción ya están situadas en buena parte de la infraestructura. Cuando el Gobierno dio por concluída las dos semanas de confinamiento, en las que las actividades inesenciales tuvieron que hacer un alto en el camino en su trabajo de forma obligatoria, los obreros que le están dando un lavado de cara al Ciutat de València comenzaron a instalarlas, y un mes y medio después, alguno de los tramos están siendo unidos mediante las columnas metálicas que están utilizando como mano de obra.

Por ello, la intención de finalizar el primer plazo de reestructuración dentro de los planes previstos, pese a que el inicio de las mismas sufrió un retraso el año pasado, y existió la incertidumbre de su continuidad debido a las dudas que surgieron sobre el regreso de la competición, coge forma con el paso de las jornadas. Sobre todo, gracias al beneplácito de LaLiga para que el primer equipo pueda terminar la temporada en unas instalaciones alternativas.