Costó pero al final, por fortuna, Barcelona pasó a la fase 3. Fue una de las provincias más duramente azotadas por esta pandemia que ha dado un vuelco histórico a la dinámica mundial y, por supuesto, al fútbol español. Allí, concretamente en Cornellà-El Prat, juega el Levante este sábado -menos mal que la previsión meteorológica anuncia a las 14:00 intervalos nubosos y puede ser que incluso algunas gotitas de lluvia con 25 grados de temperatura, porque a finales de junio el bochorno podría haber sido importante- su tercer partido después de retomar la competición y, tras dos empates a uno (1-1) logrados in extremis que se unen al cosechado justo antes del paro forzoso, su objetivo es sumar un triunfo que resuelva su particular 'expediente X' y sobre todo deje su permanencia no sellada matemáticamente, pero sí de forma virtual. Ganar significaría alejar a un rival directo en la lucha por la permanencia a 14 puntos de distancia a falta de 24. No hay más preguntas señoría.

Es cierto que los dos últimos puntos cosechados son meritorios por la importancia de los rivales (Valencia y Sevilla) y por el hecho de haberlos conseguido igualando una desventaja en la recta final de ambos duelos, pero no lo es menos que el Levante jugó con fuego en ambos partidos y se pudo quemar. La diferencia entre esos dos encuentros y el de este sábado, toda vez que el equipo como todo hijo de vecino se va adaptando ya a su 'nueva realidad' de jugar sin público, es la necesidad del rival. Valencia y Sevilla tienen aspiraciones muy elevadas y eso habla de su potencial, pero el Espanyol Esa es la realidad.

A partir de ahí Paco López ha tenido que elaborar una lista de convocados en la que las dos únicas bajas son las del lesionado de larga duración Iván López y, sobre todo, la del sancionado Rubén Rochina que vio su quinta cartulina amarilla ante el Sevilla en La Nucía. Es una baja importante porque el de Sagunt había jugado los dos primeros partidos como titular y daba la sensación de estar bien, pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras porque es muy probable que al menos de inicio en este choque hubiese tenido descanso.

Por contra, en el apartado de altas está Roger Martí, quien reaparecerá tras cumplir un partido de sanción el lunes pasado después de ser expulsado en Mestalla.

En la estadística, aunque pueda tener poco valor sobre todo en la coyuntura actual, el balance entre el Espanyol y el Levante en el feudo blanquiazul es claramente favorable al conjunto catalán. El cuadro granota únicamente ha vencido en una ocasión en todas sus visitas al estadio periquito, en la campaña 2011-12. El resto de encuentros se han saldado con siete victorias y cinco empates.

Sirva también como dato el hecho de que el Levante busque hoy la que sería su primera victoria del año natural 2020 fuera de casa, ya que no vence lejos del Ciutat de València desde el 14 de diciembre de 2019 cuando ganó en Los Cármenes al Granada (1-2).

La lógica lleva a pensar que Paco, al igual que hizo entre la primera y la segunda cita tras la reanudación del campeonato -y aunque es cierto que en esta ocasión ha tenido casi dos días más de descanso que en el último envite-, variará su formación inicial. Postigo que no jugó ante el Sevilla puede regresar al once al igual que el anteriormente mencionado Roger, y todo apunta a que el sitio de Rochina lo puede ocupar Campaña dejando una vacante en el eje que pueden ocupar o Melero o Radoja. Si a eso añades los dos laterales, Miramón y Clerc, que fueron suplentes en La Nucía, ya tienes el once que puede dar un paso de gigante hacia la salvación.

Por último, cabe destacar que el centrocampista ofensivo Giorgi Kochorashvili, fichado el pasado verano para el filial, ha entrado en la convocatoria. Kochorashvili, de 21 años, es internacional con la selección Sub’21 de Georgia y jugó la pasada temporada en el CF Peralada.