Dispuesto a retorcer sus palabras para que nadie le acuse de conformista, Paco López había dicho que quedan "muchos objetivos" en juego. Una mentira piadosa porque la diferencia entre ganar y perder, tal y como se vio ante la Real Sociedad. A la espera de cómo le va a al Valencia, acabar entre los diez primeros no deja de ser un reto muy menor para el Levante comparado a lo que habría sido pelear más arriba. Se notó no por relajarse, sino por tener las piernas más sueltas. La Real, por contra, sí que se presentó en La Nucía con el foco puesto en la Europa League después de haberse descolgado de la Champions. Y, sin embargo, fueron los txuriurdin los que terminaron dando por bueno el empate. Aún más cuando en el descuento Clerc remató de primeros un córner de Campaña que por el efecto óptico pareció ir directo a la escuadra. El empate fue justo pero a los puntos merecieron mejor premio los granotas, perjudicados por el insondable escrutinio del VAR, reacio a la revisión de una falta previa en el 0-1.

La mano de Paco López ha sido providencial para que hayan sobrado cuatro jornadas, encima con el handicap de la mudanza. Y, desde luego, el técnico es el primer interesado en acabar con buen sabor de boca y no dejarse llevar. La Real, tan endeble como desde que volvió del confinamiento, se adelantó con un golazo de Isak. Pero el Levante, que fue de menos a más, tuvo los reflejos suficientes para empatar rápido. Le alcanzó con un gol de Morales a la vieja usanza. Primero fue Campaña con una falta y acto seguido Rochina. El pase del valenciano lo controló el Comandante en carrera con la rodilla y remató con la pierna contraria. Un golpeo de exterior que batió a Moyá. A pie cambiado, los interiores granotas volvieron a ser el germen del peligro granota.

El equipo de Alguacil que salía de manera limpia y fluida, llevó la iniciativa en la primera parte aunque inquietó lo justo. Fue un detalle, como tantas veces, el que precipitó el gol. Postigo se quedó protestando en lugar de cerrar un centro al primer palo e Isak, un bailarín de dos metros, le ganó la posición a Clerc para rematar de espuela. La jugada venía de una falta previa de Portu en el salto con Vezo, uno de esos detalles que pasan factura. Los mismos que se han mantenido a raya en esta liga exprés en la que solo se ha perdido contra el Atlético. No hubo mucho más. Una pérdida de Vukcevic se convirtió en una ataque desplegado en el que, de nuevo con Isak en el centro de operaciones, Portu se plantó solo. Sin embargo, con tiempo para hacer de todo, el ex del Mestalla no hizo nada. Resolvió fatal y su disparo ni cogió portería. Más tarde Le Normand saltó a destiempo y cabecó mal en otra ocasión clara. Hasta ahí.

Una cosa es el conformismo y otra que sea una lástima no haber dado para más con el equipo y el entrenador que hay. La temporada arrancó con un pico muy bajo con la derrota ante el Espanyol y ha estado llena de altibajos y problemas que si no se han hecho más gordos es por haberlos sabido gestionar a tiempo. Por ahí se han ido los puntos que faltan ahora para estar en la pomada. En el segundo acto la Real bajó el pistón, se resguardó con tres centrales y el partido se volvió anodino. Los cambios no surtieron efecto y el Levante tampoco se decidió a hincarle el diente.

Apenas hubo algo de estrés en el último tramo.Vukcevic se jugó la expulsión al irse a por Oyarzabal después de que le robara la cartera y Paco prefirió quitarlo él a que lo hiciera el árbitro. Nada más entrar Melero tuvo dos ocasiones que agitaron el árbol y dieron pie a una sucesión de llegadas con centros de Miramón y servicios de Campaña. Para evitar males mayores Alguacil metió a Monreal como respuesta a Hernani, que no tardó ni un segundo en llevarse una tarascada. La Real firmaba el empate y al Levante, ya puestos, tampoco le iba la vida en sumar tres puntos en lugar de uno.

Estas son las notas del partido