Los últimos encuentros del Levante esta temporada están dejando un regusto amargo. La sensación de que el salto final no ha llegado y que la plantilla, que este año logró la salvación con tiempo y sin problemas, ha bajado ligeramente el ritmo cuando tenía todo de cara para plantarse en el 'Top-10'. Precisamente de ese 'feeling' negativo espera sacar fuerzas un vestuario que pelea por terminar por todo lo alto el curso y que tiene en Balaídos la primera oportunidad para conseguirlo. No será fácil, eso sí. Los gallegos se la juegan cuando parecía que la salvación estaba en la mano. Además, con tres puntos, el cuadro dirigido por Óscar García Junyent sabe que adelantaría la permanencia antes de pasar por una 'finalísima' en la última jornada. Y mientras, el Levante aparece como juez inesperado de ese desenlace gallego cuando en la 2018/19, el cuadro granota estaba jugando su particular cara o cruz en Montilivi.

El cambio de ese tramo final al actual ha sido opuesto. Del nerviosismo a la tranquilidad. Incluso en exceso. La exigencia de hecho ha llevado a tener la sensación de que el Levante, que hoy pone los dos pies en Vigo salvado y tranquilo, no ha hecho un buen año. Y es justo todo lo contrario. A pesar de eso, al equipo sí hay que pedirle un plus más. Un golpe encima de la mesa que reafirme en estas dos jornadas el hambre que tal vez no se vio ante Mallorca y Athletic. Esas dos derrotas han cambiado la perspectiva e incluso han alejado a los de Paco López de cotas mayores. Pero eso no cambia la mentalidad de un bloque enfadado por las dos últimas derrotas y consciente de que su nivel en ambas contiendas estuvo por debajo del esperado, sobre todo en Palma de Mallorca y en los primeros compases del duelo ante el los vascos. Por todo eso, una buena actuación ante el Celta en Balaídos permitiría al conjunto de Paco López afrontar la última jornada, en el Camilo Cano, con otro aire aún más optimista. Y jugar con la presión del rival puede ser un punto a favor para los granotas.

Para el duelo de hoy podrían volver las rotaciones, o mejor dicho, la gestión del cansancio por parte de Paco López. Ahí la figura de Miramón resulta clave. El lateral derecho está en la convocatoria tras su desvanecimiento previo a un entrenamiento que le impidió estar contra el Athletic en el Camilo Cano. Sin él, el técnico de Silla apostó por Postigo en lugar de por Coke, quien no ha estado bien tras el parón. Por su parte, en el eje de la zaga la duda es saber si jugará Róber Pier, quien tuvo descanso ante el Athletic, o lo hará Postigo, que jugó en el flanco derecho.

El centro del campo es otra de las posiciones que también han llenado de dudas a Paco López. Cuando Campaña juega en una banda el equipo lo nota y pierde esa salida de balón. De hecho, con Melero, titular por ejemplo en Mallorca, el cuadro granota se convierte en más previsible y la salida es menos limpia. A pesar de eso, el exjugador del Huesca podría volver al medio junto a Radoja, ya que Vukcevic jugó la última cita contra el Athletic. El '24' pasaría a la banda y el damnificado sería Rochina, que tendría descanso, al menos en el primer tipo. Bardhi sería el encargado de comenzar por el costado izquierdo.

Gran recuerdo para Roger

El delantero granota afronta contra Aspas un duelo de 'killers' españoles y además lo hace en el primer escenario en el que vio portería en España. Fue en 2012, hace casi ya ocho años, y hoy el Pistolero quiere recuperar esas sensaciones después de no haber podido marcar tras el confinamiento. Morales o Mayoral, el segundo con más opciones, aparecen como la otra alternativa ofensiva. El Comandante podría esperar para el segundo tiempo, cuando el Celta, si se lanza al ataque, deje huecos en la retaguardia.