El Levante ha fichado ya a cuatro futbolistas pero teniendo en cuenta que el mercado esta temporada se abre oficialmente este martes y no cerrará hasta el lejano 5 de octubre, todo apunta en Orriols a un periodo de standby en el resto de refuerzos, entre ellos y a la espera de qué ocurre con Mayoral, el de otro delantero al margen de Dani Gómez.

La reducción del presupuesto por la pandemia, pese al oxígeno de la financiación de hasta 10 millones que permitirá un mayor desahogo, obliga a andar con pies de plomo. Así que los siguientes movimientos dependen en estos momentos de la operación salida, un proceso en el que por un lado están los cedidos que regresan y que a priori no tendrán hueco en la plantilla y por el otro los jugadores a los que se prefiere dar puerta. Con rendimientos y sueldos en algunos casos desfasados, la ecuación es bastante compleja, sobre todo si de ella depende no desprenderse de ninguno de los activos mejor valorados: Aitor, Bardhi y en especial Campaña, la pieza maestra del proyecto.

Campaña tiene una cláusula de 60 millones de euros desde que renovó en abril del año pasado antes de entrar en su último año de contrato, lo que le habría supuesto al club perder la iniciativa en futuras negociaciones. Siguiendo el ejemplo de Lerma fue una renoventa de manual en la que Quico Catalán y su agente llegaron al acuerdo verbal de facilitar su salida en caso de ofertas interesantes pero sin establecer ninguna cantidad fija, ni por escrito ni de ninguna otra manera.

Desde entonces se ha hablado de 30 'kilos' como cifra estándar e incluso de rebajarla con algún jugador que pudiese encajar a cambio. Hace un verano el Sevilla estaba dispuesto a llegar a 20, pero no se dio pie a la negociación. Ahora, pese a los continuos cantos de sirena, tampoco hay novedad. A Monchi le gusta y mucho, pero en la terna hay otros candidatos como Parejo o Rakitic.

En Orriols están con un ojo en el Pizjuán, donde hay un futbolista que podría encajar a las mil maravillas como es Carlos Fernández, el que ha sido goleador durante su cesión al EuroGranada y una de las sensaciones de LaLiga. Sin embargo, por el delantero hay cola y Lopetegui difícilmente renunciará a él, todavía menos sin testearlo directamente. Su cesión nuevamente a otro club, excepto si es él quien la pide en busca de minutos, se antoja difícil. Y su traspaso aún más a menos que alguien ponga el taco, una alternativa que Monchi siempre deja abierta para cualquiera.

Más allá de nuestras fronteras

La realidad del mercado es la que se impone en el Levante en su análisis de la situación por Campaña y la que ha llevado al club a no entrar en la puja por Milla, por el que el Granada ha acabado pagando su cláusula de cinco millones. Económicamente es cierto que el andaluz, el mejor pagado de la plantilla, ocupa más de tres millones en las cuentas del fair-play, pero también lo es que no hay necesidad de malvenderlo.

Con 27 años su caché es alto y eso que la pandemia se llevó por delante su convocatoria con la selección absoluta cuando todo estaba de cara para romper el molde vigente desde los tiempos de Ernesto Domínguez. Si no es en Laliga, donde más allá de Villarreal o Atlético las posibilidades se reducen, Inglaterra e Italia se presumen como las otras dos alternativas de mercado para un jugador imprescindible en el estilo de Paco López.