Colombiano, joven y con proyección. Además centrocampista y de un corte defensivo pero alejado de la figura de pivote fijo y sin excesiva movilidad. Con esas característimas la mente del aficionado granota se marcha fácilmente a la figura de Jefferson Lerma. Y es lógico. Pero en este caso el protagonista es Gustavo Carvajal, un jugador que ha aterrizado para jugar en el filial pero con la mente puesta en crecer y convertirse, en vistas a un futuro próximo, en un jugador del primer equipo. Internacional Sub-21 y con experiencia en Primera en su país, ahora el objetivo es pulir a un diamante con muchas virtudes.

El centrocampista colombiano llega al Atlético Levante procedente de America de Cali, con quien no ha tenido excesivo protagonismo entre otras cosas por su participación en torneos con la selección sub-20 colombiana. Después de estar varios meses con el combinado cafetero, a su vuelta le fue complicado ganarse el puesto y encontrar un tramo de dos o tres partidos consecutivos con confianza, algo necesario para un futbolista de su edad, con muchas ofertas en los últimos años. Estuvo ya cerca de llegar al Levante, para el primer equipo, pero se optó por la paciencia. A pesar de eso siempre estuvo en el radar y es que su equipo tuvo ofertas hace tan solo un par de años de 2 millones de euros por él. Con ese perfil la pregunta ahora qué le falta a Gustavo Carvajal para dar el salto.

El colombiano es un futbolista con buena anticipación, es su gran virtud. Intenta de hecho en casi todas las jugadas tratar de llegar al robo más que guardar posición, un impulso positivo, porque gana muchos duelos, pero tal vez a mejorar para elegir más en qué situaciones ataca y en cuales mantiene zona. Por otra parte, es un jugador con cualidades innatas para el robo. En cualquier zona del campo. Eso es un valor añadido en clave granota. Distinto a lo que puede ofrecer Vukcevic o Radoja, con un gran posicionamiento en campo propio, Carvajal es un jugador que cree en acosar y perseguir en campo rival. Y eso permite el ataque inmediato en el otro área. Por ese mismo motivo, su figura cuadra mucho más con un 4-4-2 en doble pivote, que un 4-3-3 como pivote único con dos interiores. Aunque es evidente que aún puede desarrollar esas funciones. Cabe recordar que el último Lerma, el previo a su salida al Bournemouth, era un jugador total. Un futbolista capacitado para entender qué necesitaba el equipo en cada momento y sobre todo, que había evolucionado también en su salida de balón. Ese es precisamente el espejo en el que se mira Gustavo Carvajal, quien también evolucionó considerablemente tras su llegada procedente del Atlético Hulia también colombiano.

En ese sentido, el centrocampista aún tiene que mejorar en conducción de balón y distribución. Es decir, tiene condiciones para dar pase en corto, de primeras, y generar una salida rápida y con su selección otra de las cosas en las que más ha destacado es en su habilidad de filtrar balones a la espalda de la defensa rival. Eso demuestra sin duda que es un medio que tiene condiciones para jugar con balón y sin él. Incluso para conducir.

Cedido con opción de compra

El jugador aterrizará en cuanto se terminen de gestionar esos temas de papeleo que estár por finiquitar, pero la operación ya la hizo oficial el propio club. Gustavo Carvajal llegará cedido con opción de compra y tratará de hacerse un hueco en el equipo y sobre todo, convencer a Paco López de que está preparado para el fútbol español y listo para dar el salto al primer equipo en un futuro próximo.

Si eso sucede, como ya pasó con Lerma, ganan todos: el futbolista y el club, que espera que salga igual de bien que con el ‘cafetero’, quien tuvo un crecimiento envidiable. Al final, el colombiano se marchó dejando 30 millones de euros en caja y con un gran sabor de boca. El reto ahora será para Gustavo Carvajal.