Más maduro, curtido en fútbol de élite y listo para el próximo reto. Pepelu regresa a Orriols después de concluir un curso sobresaliente en Portugal, en el que fue uno de los artífices de la salvación del Tondela. Su sueño es triunfar en la disciplina azulgrana y aterriza nuevamente en Buñol con la finalidad de hacerse un hueco en el primer equipo.

—Pregunta: ¿Cómo se siente personalmente?

—Respuesta: Estoy muy feliz por el año que viví en Tondela. Salimos en busca de unos objetivos y los hemos conseguido. Sobre todo por la madurez futbolística y personal que tengo ahora. Como te digo, estoy muy contento de estar otra vez aquí. Sé que he tenido un curso muy vistoso para todo el mundo. Confiaba en mí, esto corresponde al proceso de madurez de un jugador. Estoy satisfecho con mi situación personal.

—P: ¿Se lo imaginaba de esa manera?

—R: Uno no sabe cómo va a ir todo cuando llega a un sitio. Yo me esperaba muchas cosas buenas, pero, a lo mejor, no tanto por cómo acabó. Parecía de película. Cuando uno trabaja, se esfuerza y tiene autoconfianza salen estos resultados.

P: Además, la guinda de la salvación la pone usted con un gol de penalti en el minuto noventa, aunque el empate os servía para salvaros.

—R: El empate nos valía, pero después de tanto sufrimiento, certificarlo de manera casi segura fue increíble. Es de agradecer que mis compañeros y el entrenador me dieran toda esa confianza. Estaba seguro de que iba a marcar y de que todo eso iba a pasar.

—P: Ese ha sido uno de los puntos a desarrollar, el crecer en madurez.

—R: A través de la confianza que me dieron desde el primer día asumí esa responsabilidad con madurez. Creo que hay que tenerla en este tipo de situaciones. Al final, es parte del proceso, de lo que buscábamos y, por suerte, ha salido todo bien. Ahora me siento mucho más seguro y mucho más jugador.

—P: Viene de un buen curso, pero, ¿recuerda cómo estaba hace un año?

—R: Sí, lo recuerdo. Hace un año, mi situación no era ni mucho menos como ahora. Desde siempre confío en mí. Pepelu siempre ha sido el mismo y, como te digo, cada uno tiene su proceso. Las cosas, con esfuerzo, van llegando.

—P: El camino ha sido costoso.

—R: El camino de cualquier futbolista no es fácil. Desde que llegué al Levante he jugado en categorías superiores a mi edad. Llega un punto en el que la gente se piensa que Pepelu tiene que estar en otro sitio, subir o jugar más partidos, pero lo he llevado todo con naturalidad. Estamos dando los pasos adecuados para, cuando tenga que llegar la oportunidad, estar preparado.

—P: ¿Recuerda cuando llegó al club?

—R: Sin duda. Llegué hace ocho años, cuando era un crío. Echando la vista hacia atrás, me siento feliz por toda la gente que me he encontrado en el camino y por todo lo vivido.

—P: ¿Cómo gestionó ese cambio de aires? Aterrizó siendo un chaval.

—R: Fue en Cadete. Creímos que era el momento de dar el paso a un equipo más profesional. Ahí estaba seguro de que ese era el momento de empezar una nueva etapa. Yo quería ser futbolista y sabía que tenía que dejar cosas atrás: amigos, familia, gente en Denia... Gracias a Dios todo ha ido muy bien.

—P: Además, en el Denia competía por objetivos de gran calibre.

—R: El Denia es un pueblo importante, siempre tiene a los equipos arriba. Allí jugué con gente más mayor y me ayudó a adaptarme. Todo eso, para un jugador siempre es mucho mejor en su desarrollo.

—P: Si le digo el mote 'Canari', ¿cuál es su reacción?

R: (Ríe). Mucha gente me conoce así por parte de mi padre y mi tíos. Ahora todos me conocen por Pepelu, ese mote me lo quitaron.

—P: ¿Y el nombre Raimon?

—R: Fue un entrenador muy importante. Lo tuve prácticamente todos los años en el Denia. Ha sido la persona que siempre ha confiado en mí, en jugar con gente más mayor. Me daba ese plus para ir mejorando porque, además, cuando era jugador sus características eran parecidas a las que tengo. Que una persona trabaje contigo durante todos los años y que te dé esa confianza hace que tu nivel suba mucho más.

—P: Me da la sensación de que nunca renuncia a sus principios.

—R: Le doy mucho valor a eso. Siempre que me puedo escapar voy a Denia porque allí tengo apoyos muy importantes. Espero que me acompañen durante todo el camino, porque cuando uno está lejos de casa es clave sentir ese cariño.

—P: ¿Cuándo siente que puede llegar a ser profesional?

—R: Desde que empecé en el Levante sabía que tenía que aprovechar la oportunidad. Ese chip me llegó nada más llegar. Sin embargo, hay momento importantes: cuando juegas el COTIF, vas a la Selección, juegas algún partido con el filial, cuando entrenas con los mayores... Ahí, un jugador sabe que está cerca pero a la vez lejos. No obstante, eso es un plus de motivación.

—P: Fue denominado mejor jugador del COTIF en 2014. Eso son palabras mayores.

—R: Sin duda. Venía de hacer la pretemporada con el primer equipo. Jugar un torneo así, con todos equipos que había y los jugadores tan importantes, fue un empujón para que la gente conociera más a Pepelu. Ahora lo valoro más.

—P: Y poco antes, fue llamado por primera vez con la Selección.

—R: Fue algo bonito porque me junté con los mejores de mi edad. Había futbolistas como Aleñá o Cucurella y ya se veía venir que iban a ser jugadores importantes.

—P: En ese combinado estaba Santi Denia, una persona fundamental.

—R: Santi Denia, desde el primer día que llegué, me trató de manera excepcional. Es un entrenador muy importante para mí. No por lo que me ha enseñando en lo futbolístico (que también), sino por lo que me transmite personalmente.

—P: Cuando volvió a ser llamado por la Selección pasaron dos años y medio. ¿Hizo análisis de por qué no fue antes y qué hizo bien para volver?

—R: No le vi vueltas ni buscaba explicaciones. Sabía que tenía que mejorar en muchos aspectos para seguir un proceso de formación más positivo. Nos centramos en trabajar lo que tenía que trabajar. Se ha ido demostrando que las cosas llegan por merecimiento, no me han regalado nada. En un momento como este te da mucha más fuerza para seguir en el camino.

—P: ¿Cuál es su mejor recuerdo en la Ciudad Deportiva de Buñol?

—R: En Buñol tengo muy buenos recuerdos. Personalmente, me quedo con personas que he conocido, a los que considero amigos. Me han dado lo mejor de ellos. Pero creo que me voy a quedar con el ascenso que viví con el filial. Esa temporada fue muy exigente para todos, y acabar con ese broche fue un momento de mucha felicidad.

—P: ¿Y su debut en Copa?

—R: Fue el más impactante. Era muy joven y llevaba poco tiempo trabajando con ellos. Debutar con el primer equipo del Levante en Copa fue el momento más especial.

—P: Un día inolvidable, supongo.

—R: Lo recuerdo todo. Cuando llegamos al estadio, cuando me mandan a calentar, cuando me llamaron para entrar, el cambio, que fue por Juanfran... fue inolvidable.

—P: Siempre ha tenido presencia con el primer equipo aunque no haya debutado en Primera División. ¿Ha sentido presión?

—R: Nunca me he sentido presionado. Estoy ahí, me gusta lo que hago e intento disfrutar la máximo de esa experiencia ya que convives con futbolistas que están en la mejor liga del mundo. Intentar aprender de ellos como durante todo este tiempo. Pocas personas pueden vivir algo así.

—P: Sin embargo, en septiembre de 2018, cuando estaba en el primer equipo, decidieron bajarle al filial. ¿Fue algo perjudicial para usted?

—R: Esto son procesos. Es cierto que esa pretemporada no fue lo que todos pensábamos. Decidimos que lo mejor para seguir creciendo en todos los aspectos era bajar al filial. Por suerte acertamos.

—P: Tengo la sensación de que antes suspiraba por una oportunidad en el primer equipo. Ahora tiene plenas garantías de pelear por un puesto.

—R: Suspirar por una oportunidad es relativo. Todo canterano, y más yo que llevo ocho años, lo que quiere es estar en el primer equipo. Aunque creo que ahora he hecho muchos méritos, me he ganado muchas cosas y, sobre todo, el respeto de mucha gente.

—P: ¿Qué se lleva del Tondela?

—R: Me llevo prácticamente todo, pero me quedo con las amistades que he hecho y con el cariño de la gente del pueblo. Nunca imaginé que se volcaran tanto conmigo. El recuerdo es bonito, sobre todo la forma en la que acabamos el año.

—P: ¿Lee la cantidad de comentarios de seguidores que piden que tenga una oportunidad con el Levante?

—R: Me gusta mantenerme al margen. Desde siempre he notado el cariño de los granotas al cien por cien. No entiendo cómo un jugador que no ha jugado en el primer equipo tenga tanto. Hay mucha gente que me escribe y me para por la calle que me lo trasmite. Es de agradecer porque a uno le gusta que le quieran. Y más en su casa.

—P: Volviendo a Portugal, ¿es consciente de la repercusión que ha tenido su rendimiento?

—R: Después de todo lo que he hecho en una liga que tiene mucha visibilidad como la portuguesa, sé que la repercusión de cara al exterior es muy fuerte. Sumado a las convocatorias de la Selección, que también es un gran escaparate, son situaciones que suman. Es una parte que podría entrar en el proceso. Ahora, ya veremos qué depara el futuro.

—P: Pese a ello, su sueño es jugar aquí.

—R: Yo siempre he querido estar en el Levante. Todo canterano, además yo que soy valenciano, sueña con llegar al primer equipo.

—P: ¿Qué le ha dado el Levante en los ocho años que lleva en el club?

—R: El Levante me ha dado muchas cosas buenas. Me ha ayudado a llegar donde estoy ahora. Me ha formado y ha confiado en mí. Además, todas las personas que he conocido y que son importantes. Eso es lo más grande que me llevo.

—P: ¿Está listo para afrontar esta nueva campaña?

—R: Vengo muy preparado y con mucha ilusión. Tengo ganas de que empiece la pretemporada.

—P: Hay mucha competencia...

—R: Al final, todo equipo profesional debe tener competencia. Hace mejor al equipo, pero no me preocupa los jugadores que haya. Voy a ser uno más y el míster es quien decide.

—P: Este año es importante para usted. En el horizonte se encuentra el Europeo sub21 y los Juegos.

—R: Es difícil ir a una Selección. Queda un año más en el que van a salir más jugadores y hay que hacer una muy buena temporada para ir. La generación que se lo ganó fue la del 96 y 97. Es un sueño, pero todavía queda tiempo. De momento, vamos a ir primero hacia otros objetivos. Todos los años son importantes, pero en este hay, además, un Europeo sub21. Vamos a intentar aprovechar el curso desde el inicio y cuando lleguen esos momentos veremos qué sucede.

—P: Si le menciono a Roberto Vayá, ¿qué siente?

—R: Es una persona importante que ya no está. Siempre te acuerdas de él en todo lo bueno que te pasa. Cada vez que consigo algún éxito le tengo presente. Ojalá estuviera aquí para ver mi proceso.

—P: ¿Jugador favorito?

—R: En activo Pjanic, pero Xabi Alonso es un ejemplo para mí.

—P: ¿Y del Levante?

—R: Campaña. Es diferente. Solo con la forma de jugar, de estar en el campo y de tomar decisiones. Es el que más marca la diferencia.

—P: ¿Cuál es su sueño?

—R: Disfrutar. Vivir el día a día a tope. Así, voy a conseguir muchos éxitos.