El regreso de Son a la disciplina levantinista se da tres años después de su salida al Barakaldo, con el objetivo de seguir quemando etapas de formación. Curtido en el barro, con horas de vuelo por el carril derecho y tras vivir múltiples experiencias, el andaluz vuelve a la entidad con el objetivo de aprovechar la oportunidad y de hacerse fuerte en el lateral, posición a la que fue reconvertido en su año en el filial. "Estoy encantado de estar aquí. Cuando estuve lo hice de carrilero y en el primer equipo como lateral. Estoy feliz de volver", aseguró.

Dentro del rastreo en Segunda División que está acometiendo la dirección deportiva, el defensor fue uno de los más destacados de la categoría. Hasta antes del confinamiento por el Estado de Alarma, jugó absolutamente todos los minutos, y en los cinco que no disputó la totalidad, se perdió dos. Su rendimiento ha sondeado el sobresaliente y es uno de los motivos por los que está de nuevo en Orriols. Listo para el próximo reto y con el objetivo de dejar huella durante su estancia. "Me siento bastante bien. He tenido molestias en el soleo, pero ya van desapareciendo. Lo jugué todo, sí, pero las ganas de empezar pueden con todo", confesó la nueva incorporación, quien añadió que la gente que está en la primera plantilla y procede desde las profundidades del fútbol español se ha ganado el derecho de estar en la élite. "Creo que si estamos aquí es por algo. Nos ha costado llegar y tenemos la máxima ilusión para dar la talla".

Sin embargo, cuando, en plena explosión en Segunda, le salió la ocasión de regresar al Levante no se lo pensó. Estuvo un año y fue en el filial, pero el recuerdo que posee es imborrable. Para ello, tuvo que salir, estar dos temporadas en la categoría de bronce, saborear las sensaciones que brinda un ascenso y quedarse en el fútbol profesional. No obstante, regresar tiene un factor emocional. Tocó el primer equipo de la mano de Muñiz con alguna que otra convocatoria, pero sin el empujón necesario de jugar con los mayores. Ahora, podrá quitarse la espina que tiene clavada desde entonces. "Aposté por venir al Levante porque apostaron por mí. Tenían mucho interés y tenía la espina de no haber debutado con el primer equipo. Lo he seguido bastante desde que me fui, y cuando llegó la oportunidad ni me lo pensé", aseguró.

En su única campaña como levantinista coincidió con futbolistas como Pepelu, Dani Cárdenas, Fran Manzanara o Arturo Molina. Además, llevó dinámica de primer equipo, por lo que mantuvo contacto con los miembros de la plantilla que permanecen desde entonces, como es el caso de Campaña, Morales, Róber o Toño. Las referencias a la hora de firmar fueron buenas y los mensajes positivos. Contexto que ha palpado en sus primeros días como granota. "Es verdad que conozco a los que coincidí en el filial, pero también conozco a muchos de la plantilla. Cuando me salió la posibilidad de volver hablé con alguno de ellos. Me dijeron que había una gran familia y la estoy viendo".

Competencia y polivalencia

Son Hidalgo vuelve al Ciutat de València para desenvolverse en una posición que, por número, está cubierta ante la presencia de Jorge Miraón y Coke Andújar. No en vano, los cursos precedentes que giran en torno a la figura del andaluz le cargan de confianza. Encima, su ilusión le llena de ganas de abordar un trabajo que satisface a Paco López en sus primeras semanas de entrenamientos.

"Confio en mis posibilidades, tengo dos futbolistas que son un espejo donde mirarme porque estoy en aprendizaje. Los admiro futbolística y personalmente", dijo sobre sus 'rivales' en el lateral. Pese a la ligera masificación de hombres, David Navarro aseguró que Son puede dar un largo recorrido al pefil diestro, ya que puede actuar tanto en labores defensivas como ofensivas. No obstante, confesó que el escenario del carril derecho será evaluado y consensuado con Paco López. "Hay tres laterales pero contamos con la polivalencia que nos puede dar Son. Aún queda mucho para tomar una decisión que tomaremos con el míster. Son es un buen complemento", testificó el secretario.