La visita a El Sadar aparece en el horizonte con la mente puesta en ‘rascar’ los tres primeros puntos de la temporada. Un triunfo que haga olvidar el KO en el Derbi y sea el impulso necesario para este arranque de curso, en el que ante la ausencia de más fichajes todos los ‘inputs’ positivos estarán en los resultados. Para esa visita, el Levante podrá contar con Roger, lesionado en el duelo contra el Valencia de pretemporada y ausente en el choque inicial. El Pistolero ha estado haciendo trabajo diario desde que el pasado 30 de agosto se doblara el tobillo en una presión en área rival. Y la realidad es que las sensaciones son positivas. El jugador se encuentra con ganas y quiere volver a repetir los buenos arranques de otras temporadas.

El Pistolero marcó el primer tanto del Levante en la 2018/19 en el Benito Villamarín y el curso pasado hizo lo propio ante el Villarreal. Y además en un contexto muy similar al que tendrá en El Sadar la próxima semana. Lo cierto es que Roger ya no podrá hacer de nuevo ese gol inicial granota esta temporada, pero su rol contra Osasuna, si nada cambia, será el de revulsivo. En ese proceso de recuperación, las sensaciones son buenas y cada vez está a mejor tono físico, aunque no llegaría al cien por cien. En cualquier caso, su figura se antoja una bala demasiado importante como para renunciar a ella y sobre todo teniendo en cuenta cómo está la delantera del equipo en estos momentos. Morales acabó con buenas sensaciones el Derbi y Dani Gómez está en crecimiento y cuajó buenos minutos ante el Sevilla en el amistoso. Eso sí, Sergio León perdió su oportunidad contra el Valencia. Al menos como para convertirse en ese plan A que necesita el bloque en área rival.

Por esas prisas en ataque, la figura de Roger se asoma como una noticia aún más importante en el equipo de Paco López. Porque el Pistolero ha sido el máximo goleador del cuadro granota en las últimas dos temporadas. En ambas, el final de liga bajó tal vez el halo de esa influencia que tuvo en el equipo tanto por juego como por números. Más maduro y participativo, su capacidad para generar en cualquier contexto permitió al Levante sacar muchos puntos. Con Morales, pero sobre todo con Mayoral, el Pistolero supo acoplar sus virtudes al bien del colectivo.

Una espina clavada

El Levante, hace tan solo unos meses, llegó al posconfinamiento con Roger habiendo anotado 11 goles. Con el cuchillo entre los dientes, el Derbi apareció de fondo en el primer duelo tras la vuelta al fútbol pero el Pistolero acabó expulsado y ahí comenzó un periodo en el que no encontró el gol. Diez enfrentamientos de manera consecutiva sin ver portería provocaron que el ariete granota pusiera entre ceja y ceja el arranque de la 2020/21 con ganas de ver portería de nuevo. Pero otra vez más, la pretemporada, y un amistoso, frenaron el ritmo del ariete. Ya hace tres años de hecho, el ‘9’ vivió una dura lesión de rodilla en el año del ascenso. Ahora el infortunio, por suerte, fue mucho más leve y se ha quedado en cuatro semanas. Por todo eso, Roger está esperando a ese encuentro contra Osasuna con la mente puesta en hacer gol. En perforar la portería defendida por Sergio Herrera, cancerbero del cuadro rojillo. En volver a sentir esa sensación de hacer un gol, algo que no consigue desde el 8 de marzo de 2020, justo en el último partido antes de que LaLiga pusiera el freno.