El Levante está pendiente del mercado, que cierra el próximo día 5 de octubre, para ver si puede acometer más llegadas en la delantera y en defensa. Esas son las dos parcelas que más encajarían ahora mismo y es que en el centro del campo todo parece bajo control. Al menos por nombres y números.

De hecho, el choque del Derbi contra el Valencia se afrontó con Rochina fuera, por lesión, y la bala De Frutos, extremo pero jugador de la línea de cuatro en el medio. Además, en ese duelo de Mestalla empezó Vukcevic, que puede ser titular en cualquier momento, y Pablo Martínez, con otro rol distinto, desde el banquillo. En definitiva, contando las bajas, las rotaciones y los posibles cambios de sistema, el entrenador de Silla tiene hasta ocho jugadores en esa centro del campo, a la espera de Malsa, que sería el noveno. Sumando lógicamente el doble pivote más los hombres de banda, entre los que no está Hernani, fuera de los planes de Paco López como actor ‘principal’ en casi ningún contexto.

El centro del campo es sin embargo la zona que más qubraderos lleva de cabeza a Paco López. Precisamente porque hay músculo, hay calidad y hay perfiles muy distintos, la obligación de encontrar ese equilibrio que potencie las virtudes en fase ofensiva y esconda los defectos defensivos es mayor. En el Derbi, la elección fue Melero-Radoja. El doble pivote que tantas buenas sensaciones dio contra el Villarreal en la pretemporada pero que se rompió en ese segundo tiempo ante el Valencia.

Es importante incidir en esos 45 minutos finales porque en el primer tiempo, y mientras las piernas aguantaron, el bloque estuvo bien en campo rival. Robó alto y generó cerca de área del Valencia. En cualquier caso, la mejor noticia, y lo ha demostrado Paco López desde que se sentó en el banquillo granota, es las aptitudes tan diferentes entre unos centrocampistas y otros, algo que no pasa en otras plantillas de la categoría. Campaña puede jugar por dentro y por fuera. En el doble pivote, pero también partiendo desde la banda como ha hecho en gran parte de la pretemporada y en este arranque de curso. Contra el Valencia fue el gran destacado del encuentro más allá de la figura de Morales, con dos zarpazos espectaculares.

Además, Paco López usó a Bardhi como el otro jugador para hacer daño por fuera en ese cuarteto de centrocampistas. Todo ello sin contar con Rochina, a quien el entrenador de Silla ha usado siempre a pierna cambiada, ya fuera en un interior en 1-4-3-3 o con el 1-4-4-2. En ambos casos partiendo desde derecha para aprovechar ese fuera-dentro que tiene con su pierna izquierda. Por su parte, en el doble pivote, Radoja o Vukcevic, mientras se espera también a Malsa, es la gran duda con Melero ofreciendo ese rol de complemento más llegada al área.

Por último aparece De Frutos. Ese jugador diferente a lo que ha tenido Paco López por banda en los últimos años. Un extremo distinto a Hernani y Moses, mucho más anárquicos y alejados del colectivo, e incluso Morales, mucho más vertical y mirando siempre hacia meta rival cada vez que recibía cuando jugaba por fuera. Su sacrificio defensivo ha sorprendido desde el primer minuto y además el técnico granota ha pulido su perfil ‘extremo’ para encajarle dentro del 1-4-4-2. Ahora, la clave dentro de una plantilla con tantos nombres, es encontrar la estabilidad y el equilibrio para que el equipo no se rompa.