El Derbi dejó una herida importante en la plantilla granota y El Sadar apareció como ese escenario en el que volver a ganar confianza. Y de qué manera. Paco López forjó el triunfo desde la pizarra con una alineación que plantaba a Malsa-Vukcevic, Melero en su posición flotando por detrás de Morales y Campaña y Bardhi por las bandas, aunque constantemente por dentro. Además, una premisa, presión alta cuando se podía y no romper el cuadrado entre centrales y doble pivote. Esa era la principal misión. Y estuvo impecable. Solo un error coral entre muchos futbolistas que terminó en 1-0 parecía generar problemas a un plan definidio y estudiado a la perfección. Y con ese plan llegó el tanto del empate y una remontada con muchos puntos positivos.

Vezo sacó el balón por izquierda con Morales, Melero y Campaña preparados para atacar. El primero en el intervalo entre Nacho Vidal y Raúl Navas. El segundo, fijando a David García, y el tercero con Juan Cruz. Con el pase del central apareció el tres contra tres y el '24' granota rompiendo al corazón del área para obligar al central de Osasuna a decidir entre frenar su pase o el de Melero. Y en esas, el '22', explotando sus virtudes de llegador, dejó claro que en esa zona no falla. Empate antes del descanso para dejar claro que el marcador de 1-0 era injusto tras lo visto sobre el césped.

Y es que al margen de los goles, la realidad es que el doble pivote fue el soporte de una victoria trabajada a golpe de pizarra. Los saltos de Calleri amenazaban las segundas jugadas. Esas que destacó Paco López durante la rueda de prensa previa. Más allá del tanto en contra, el francés y el montenegrino se compenetraron a la perfección. Siempre cerca, esperando el pase del compañero y sin excesivos toques. Ambos dieron más pases de manera individual que el Moncayola-Oier de Osasuan de manera conjunta. 35 pases de 43 en el caso de Malsa y 39 de 50 en el caso de Vukcevic. Además, muchos de ellos al primer toque. La misión era clara. No perder en campo propio. Y eso lo consiguió el cuadro dirigido por el técnico de Silla, que solo concedió cuatro disparos desde la frontal: uno el gol, y otros de Moncayola y Torró.

Sin 'extremos' la duda era saber cómo se iba a generar la superioridad por fuera y ahí los laterales participaron con cabeza. Presentes en ataque, pero sin desconectar en defensa. Ayudaba la capacidad de Vukcevic para fijar entre centrales -lo hizo en muchas ocasiones- dibujando tres atrás, para sacar a Miramón y Clerc por fuera mientras Bardhi y Campaña acudían por dentro para generar superioridad. El plan salió a la perfección. Y en ese escenario Morales también tuvo un papel fundamental. El Comandante no es un nueve y por eso sus diagonales dejaban espacio a Melero y Bardhi principalmente. Ambos de hecho estuvieron, puntualmente, como referencias arriba en alguna jugada mientras el '11' se iba a la banda (el gol del 1-1). De esa movilidad de los tres medios y Morales creció la duda en la defensa rojilla. Y la entrada de Roger acrecentó esa diferencia en el juego para convertirla también en el marcador.

La posición de Bardhi, Campaña y Morales era clave mientras Roger fijaba arriba. De nuevo, como en la jugada del 1-1, el Comandante atacó en el 68 intervalos entre central y lateral, con Raúl Navas y Juan Cruz de protagonistas. En esta ocasión, Roger atacaba área, Bardhi frontal y Campaña por el costado izquierdo. Resultado: penalti a favor por mano de Navas.

Con la entrada de De Frutos por Bardhi no cambió mucho. La defensa rojilla no acertaba a frenar la multitud de movimientos granotas. Y entonces llegó el 2-1. Balón largo de Clerc en el que Morales había sacado de la ecuación a Nacho Vidal para hacer casi un dos contra dos. Campaña le ganó a Raúl Navas y en un control, con un poco de fortuna, llegó el pase al Pistolero que no falló. Y es que con tantas variantes, el tercero no tardó en llegar y el '9' se convirtió en asistente. Roger empezó la jugada en izquierda en un pase en largo de Aitor y que terminó en segunda jugada con De Frutos asistiendo a Roger -de nuevo entre central y lateral-. Y Morales, el más listo de la clase, esperó el balón para firmar su tercer tanto de la temporada. El triunfo se culminó y de la tristeza tras el Derbi se pasó al orgullo tras el recital en El Sadar.