El segundo año de María Pry al frente del banquillo del Levante Femenino comenzó de la mejor manera posible: ganando (1-2) contra la EDF Logroño, con remontada incluída y dando sentido al trabajo realizado desde que el club les brindó la oportunidad de entrenar pese a la suspensión de la competición.

El objetivo es ser un equipo competitivo que nunca dé por perdida ninguna circunstancia, y así sucedió en Las Gaunas. El Levante dio un golpe encima de la mesa volteando un partido que, en los primeros compases, empezó con posesión local, pero con una versión más práctica de las granotas. Alba Redondo avisó mandando un balón al larguero en el minuto diecisiete y posteriormente protagonizó una de las más claras del choque junto a Irene Guerrero.

Sin embargo, la declaración de intenciones se vio distorsionada al final del primer tiempo. Olga García, con un pellizco de fortuna, mandó el esférico a la red tras rebotar en una defensa. No en vano, el chip fue modificado en la segunda mitad ya que, en un margen breve de tiempo, las chicas de María Pry le dieron la vuelta al luminoso. Irene Guerrero primero mediante un testarazo, y Esther posteriormente. Un espacio temporal de cuatro minutos que sirvió para lograr una victoria de prestigio y dar un golpe de autoridad en una plaza difícil de torear.