El Levante está de luto por la muerte de Juan Ángel Fernández, padre de Aitor y uno de los porteros guipuzcoanos más reconocidos en la década de los 80. De los 14 a los 28 años en Tercera División y Preferente en el Mondragón, el equipo de su vida.

La presencia del portero titular granota en el partido de este domingo en San Mamés contra el Athletic Club será posible gracias a que no viajará por su cuenta a Bilbao para el funeral, como en principio estaba previsto. El estricto protocolo anti-Covid de LaLiga obliga a los futbolistas a desplazarse con el resto de la expedición para formar parte de la convocatoria. Esta semana, debido a la gravedad de su estado de salud, Paco López le dio permiso para viajar a verlo, pero Aitor finalmente no se perdió ningún entrenamiento sino que aprovechó el fin de semana libre y sin jornada para hacerlo.

El equipo tiene previsto viajar este sábado a Bilbao, donde pernoctará hasta la hora del partido (14:00). Aitor está en la convocatoria, por lo que Koke y Dani Cárdenas deberán esperar su turno.

Durante el confinamiento, Aitor reconoció que estaba muy preocupado por su padre, al que le fueron transplantados los dos pulmones y que como paciente de riesgo estaba sin salir de casa: «Teníamos prohibido irnos de València y echo de menos a mis padres en estos momentos. Ellos son de venir bastante a València a ver los partidos y quedarse unos días. Cuando están aquí hay veces que digo: ‘ya se irán éstos’, pero ahora los echas de menos».

Su primer entrenador

Juan Ángel Fernández estuvo cerca de dar el salto deportivo y fichar por el Mirandés, en Segunda B. Sin embargo, fue en una época en la que estaba sin trabajo y lo que él quería era «un puesto para asegurar el futuro». Sí que se lo ofreció el Mondragón y por eso ya no se marchó.

También fue el primer entrenador en categorías inferiores de su hijo. Así lo reconoció en una entrevista: "En los primeros meses en los que empezó a jugar yo era el entrenador de porteros de su equipo. Cuando ya pasó a cotas mayores y te das cuenta que hay otros que son mejores que tu y lo van a preparar mejor, lo mejor es apartarse".

El propio Aitor ha desvelado en más de una ocasión que su propio padre prefería que no fuese portero: "No quería por nada del mundo. Cuando somos niños hacemos todo lo posible para llevar la contraria a los padres. Al final no me ha ido tan mal".

Aunque por un motivo bien distinto, Aitor fue protagonista en noviembre de 2019 antes del regreso a San Mamés porque estaba citado en una mesa electoral en Mondragón. La presidenta titular se presentó y finalmente sí entró en la lista.