Se sabía de sobra, pero la ausencia de Aitor Fernández en San Mamés lo ha puesto en un primerísimo primer plano. Y es que la sombra del portero titular es muy alargada. Normal. Pese a no haber arrancado al nivel que acabó el pasado curso, el portero que más para de LaLiga son palabras mayores. Aitor hizo el esfuerzo de entrar en la convocatoria y viajó con el resto de la expedición cumpliendo así con el protocolo anti-Covid. Pero al final no jugó después de haber perdido a su padre 48 horas antes.

Paco López alineó como titular a Koke Vegas, quien como el resto del equipo no tuvo un buen partido. Tan cierto como que salvó el 3-0 en un mano a mano con Williams lo es también que salió mal parado de los dos goles del Athletic. En especial del primero, en el que el balón botó varias veces antes de traspasar la línea. El análisis de la dolorosa derrota pasa por la falta de actitud en todas las líneas, pero el foco está puesto también de manera particular en algunas posiciones y no hay duda de que la portería es una.

Después de que el Espanyol pasase por caja para llevarse a Oier en enero, la apuesta ha seguido siendo la de retener a Aitor. El club lo blindó hace un año, no se ha planteado en ningún momento su traspaso y ni siquiera se ha descartado, cuando se pueda, estudiar una revisión salarial al estilo de la de Roger. Sin embargo, la realidad con el fair-play invitó a no invertir en un suplente sino a confiar la rotación en Koke y un Dani Cárdenas que finalmente no salió cedido a Segunda. Si hubiese quedado margen económico se habría apostado por un delantero antes que por otro guardameta.

Esperando a Aitor

Las miradas estaban puestas en Aitor con el regreso a los entrenamientos. El pasado domingo se quedó con permiso en Mondragón para el funeral y el equipo tuvo el martes jornada de descanso. El miércoles la plantilla tuvo una sesi´n voluntaria todavía sin la presencia del portero, que sí ha estado junto a sus compañeros en la sesión matinal de este jueves en en la ciudad deportiva de Buñol antes de jugar el lunes contra el Celta de Vigo en La Cerámica.

La semana pasada Aitor no se perdió ningún entrenamiento a pesar de que Paco López tenía «claro» que no estaba en condiciones. De todas maneras la última decisión fue del jugador. De acuerdo con los servicios médicos, su pareja le acompañó en el viaje tras dar negativo en la prueba PCR.

«Me gustaría agradecer todas las muestras de cariño que he recibido en estos últimos días tan duros. Al club, a mis compañeros y a toda la gente, muchas gracias», escribió Aitor en redes, donde ha recibido múltiples mensajes de ánimo. También sus compañeros saltaron a San Mamés con camisetas de apoyo.

Los planes contra el Celta pasan por el regreso de Aitor pero el episodio del Athletic ha dejado en evidencia un problema que hasta ahora pasaba desapercibido. De Koke siempre se ha valorado su trabajo y aportación en el vestuario, de ahí que para sustituir a Oier se volviera a cortar su cesión, esta vez al Deportivo. Sin embargo, es un dato paradigmático que apenas haya jugado 8 partidos desde la 17/18. Más allá de cualquier otra consideración, la falta de rodaje es evidente. Sí que lo tiene Dani Cárdenas de jugar en Segunda B, aunque desde el pasado enero Paco siempre se ha decantado por Koke. A veces incluso pese a las voces partidarias a nivel interno de romper una lanza por Cárdenas, a la postre renovado y al que el técnico de Silla ya tuvo en su época en el Atlético Levante.

Opciones de mercado

Así como hace un año la alternativa fue Bono, este verano fue Ander Cantero, con una cláusula de escape de 100.000 euros si descendía el Lugo. Con 25 años, el patrón era muy similar al de Aitor, excanterano también del Villarreal. Otra de las posibilidades de mercado fue la de Cuéllar, del Leganés, aunque no cogió nunca cuerpo. Tampoco la de Tomeu Nadal, titular del Albacete.